El viernes 20 de setiembre tuvo lugar la ceremonia de apertura de la muestra en reconocimiento a la gesta de 1903.Primer triunfo internacional de la selección uruguaya, representada por Nacional
El acto fue abierto por el vicepresidente tricolor, Mario Menéndez, quien comenzó agradeciendo a la concurrencia y se refirió a la hazaña de 1903 como «precursora de otras que se irían escribiendo a lo largo de la historia, siempre con el concurso generoso del Club Nacional de Football». Menéndez pidió un aplauso para Juan Carlos Blanco y Alejandro Lembo, presentes en la sala y cerró su alocución diciendo que “le quiero agradecer a la vida la posibilidad de poder representar a esto que tanto quiero que es el Club Nacional de Football, que a partir de hoy estará presente en este ya famoso museo, por toda una eternidad”.
Acto seguido, hizo uso de la palabra el Dr. Hernán Navascués, integrante de la Comisión de Historia y Estadísticas. El Dr. Navascués consideró que «para situar la hazaña del 13 de setiembre de 1903, resulta imprescindible hacer referencia al contexto histórico en que se realizó la misma»
Habló del proceso de formación de la identidad de Uruguay como nación y los puntos en común con Argentina, evidenciados en la similitud de las luchas intestinas de ambas naciones. Continuó con un racconto de los hechos que llevaron al inicio de la práctica del fútbol en los colegios ingleses y la llegada del deporte al Río de la Plata a través del establecimiento de fuertes industrias de origen británico.
Evocó la figura del rector de la Universidad de la República, Alfredo Vázquez Acevedo y la sugerencia que éste realizara a sus jóvenes alumnos de que «era importante, ante la aparición de ese deporte que estaba en ciernes, que existiera un club que demostrara que la raza latina podía competir en igualdad de condiciones con la raza sajona».
«En los primeros cincuenta años del siglo pasado, la gran historia y los grandes jugadores del fútbol mundial, estaban en el Río de la Plata, como dijo Diego Lucero, aquel brillante periodista nacido en Uruguay pero formado en Argentina «el fútbol lo inventaron los ingleses pero lo enseñaron a jugar los uruguayos»» continuó Navascués.
Sobre el cierre de su intervención, el prestigioso abogado manifestó que «he querido hacer este pequeño racconto porque creo que no se trató simplemente de un partido de fútbol. Se trató de algo más. Porque aparte de lo que estamos señalando, el fútbol adquirió una enorme importancia para pacificar al país. En 1904 -un año después de este suceso- se terminan las luchas intestinas y se empieza una etapa posterior de convivencia ¿y cuánto aportó el fútbol para que esa convivencia fuera posible? Porque no nos olvidemos que aquellos que eran descendientes de quienes se veían rivales en un campo de batalla que habían teñido de sangre la historia del siglo XIX en Uruguay, se empiezan a conocer y tolerar precisamente a través de los cuadros de fútbol».
«Por lo tanto, yo termino estas palabras, con un recuerdo emocionado a aquellos fundadores de Nacional y a aquellos que tuvieron esa determinación, porque -tal como lo he señalado- ahí no solamente comienza la historia, sino también la identidad del fútbol uruguayo».
Gracias por todo Nacional
Luego de esta auténtica clase de historia sobrevino la intervención de otro integrante de la Comisión de Historia, el Cr. Juan José Melos, quien profundizó en el concepto esgrimido por el Dr. Navascués con respecto a la identidad futbolística de Uruguay. En tal sentido manifestó que «la gesta de 1903 va un poco más lejos que esto. De alguna manera fue como colocar la piedra fundamental de la identidad deportiva uruguaya, y no solo futbolística. Victorias muy trascendentes de los deportes mal llamados menores, tienen esa impronta, esa característica que supieron imponerle aquellos muchachos aquel día». Recordó que nuestro presidente y poeta, José María Delgado llamó a ese acontecimiento «La primera torre» y agregó que en una pieza de Delgado elaborada al respecto, el histórico Presidente afirmó que «no solamente conquistaron la torre sino que se la trajeron al hombro»
Seguidamente se refirió a «la comunión íntima del interés de la causa y el Club Nacional de Football, que sigue caminando airosa, sin haber perdido hasta ahora una sola prenda de su apero. Porque Nacional ha estado presente -a veces en solitario, otras como abanderado de la causa o en otras oportunidades acompañado- en todas y cada una de las grandes conquistas del fútbol uruguayo».
A continuación deslizó algunos nombres de jugadores que «siguiendo la senda trazada por aquellos de 1903, defendieron con honor y gallardía la camiseta de Uruguay. Porque si bien a nosotros nos salta del pecho el corazón nacionalófilo, este no es un acto partidario, porque en 1903 el que ganó fue Uruguay, y lo hizo con el aporte, el apoyo y el sustento de los jugadores de Nacional» y mencionó a «los Foglino, los Vanzino, los hermanos Scarone, los Petrone, el vasco Cea, el manco Castro, Cioquita, Enrique Fernández, Aníbal Paz, Schubert Gambetta, Julio Pérez, Javier Ambrois, Guillermo Escalada, Roberto Sosa, Ruben González, Juan Carlos Mecías, Julio Montero Castillo, José «Pepe» Urruzmendi, Ruben Techera, Jacinto Callero, Arsenio Luzardo, Rodolfo Rodríguez, Eduardo De La Peña, Julio César Morales, José Luis Pintos Saldanha, Álvaro Gutiérrez, Nelson Abeijón, Sebastián Coates…
Melos finalizó con «una reflexión y una expresión de deseo» según sus palabras: «nos sentimos muy felices de que por fin haya un espacio en este lugar, oficial, de la AUF para la hazaña de 1903 y nuestro deseo es que, en los próximos 13 de setiembre por venir, la AUF salude a Nacional.
Y sería como si nosotros, los futboleros viejos, hinchas de toda la vida, que nos sacamos la tricolor por un instante y nos ponemos la celeste, dijéramos simplemente, «gracias por aquello de 1903», y yo le agregaría, «y ya que estamos, gracias por todo Nacional»».
Del otro lado del Plata
Le tocó el turno a los argentinos. El primero de ellos en intervenir fue el sr. Jorge Barraza -periodista, director responsable de la revista El Gráfico durante muchos años- actual secretario de la Conmebol y editor responsable de las revistas de la Conmebol y Pasión Libertadores.
Barraza recordó que «tuve la ocasión de encariñarme con el Club Nacional en 1988, cuando cubrí -como enviado especial de la revista- la final de la Copa Intercontinental entre Nacional y el PSV.
En esa ocasión conviví nueve días con el equipo y tuve la oportunidad de conocer una gente maravillosa que ama verdaderamente su club. Un plantel noble y muy sacrificado, que dejó el alma y trajo el título para el fútbol uruguayo y todos los nacionalófilos”.
Agregó que este año, tras la edición de un libro de su autoría sobre la historia de Nacional en la Libertadores, se internó más en el mundo Nacional «que es un club lindísimo, que conserva su historia, la atesora, protege a sus héroes y enaltece el pasado. Cosa que da orgullo y genera la mística para quienes tienen que intentar conseguir nuevas glorias».
Barraza también se refirió a la identidad, a lo que él llamó «nuestro ADN futbolístico» y sintetizó su pensamiento en una frase: «nuestras selecciones son fuertes desde el comienzo y lo han sido a lo largo de la historia, por estos antepasados ilustres». Recordó que «el 20 de julio de 1902 se juega el primer partido entre selecciones de Uruguay y Argentina, que gana Argentina 6 a 0» y destacó lo notable del triunfo de 1903, en el que Argentina «presenta lo mejor que tenía, y Nacional lo enfrenta, de visitante y con todos jugadores criollos ¡y le gana 3 a 2!. Este enfrentamiento tiene un significado múltiple. Porque le da lugar al criollismo en el fútbol y le da valor al clásico rioplatenese».
Barraza finalizó haciendo mención a la presencia de «Cacho» Blanco y Lembo. Sobre éste último manifestó que «Lembo supo vestirse de Nacional. Interpretó lo que es Nacional, pero no para la galería, no para el periodismo. Porque está acá. Porque siempre va a estar Nacional en su vida».
Le correspondió a Roberto Mamrud –representante de la RSSSF- hacer el cierre de la parte oratoria. Mamrud consideró que la gesta de 1903 «por sobre todas las cosas marca una etapa, un comienzo. Esta es la semilla que plantó Nacional en ese año 1903».
Se detuvo a nombrar a cada uno de los integrantes de ese equipo, resaltando la corta edad de los hermanos Céspedes y destacó que todos los integrantes de aquella formación «marcaron una etapa importantísima en la historia de Nacional. Enfrentaron nada menos que a la selección de Argentina, compuesta por siete jugadores de Alumni». Aquí se detuvo para remarcar el enorme significado del record que ostenta Nacional.
«Nunca antes -ni después- ninguna selección fue representada por once jugadores de un mismo equipo. Inclusive, a nivel mundial, ni siquiera en Inglaterra o Escocia -el gran Celtic o Rangers- podían entregar tantos jugadores a su selección», y recalcó que «esto es un mito muy grande, en un país inmensamente rico en fútbol».
El acto no podía tener un mejor final. Roberto Mamrud se guardó una emotiva invitación para el cierre. Comenzó diciendo que «relatan las crónicas de la época que finalizado el partido, los argentinos les gritaron las «hurras» a el equipo de Uruguay, representado por el club Nacional” y finalizó con estas palabras: “yo les invito a todos ustedes, a que nos escuchen aquellos once gloriosos y démosles esas hurras a Nacional. Hagámoslo con mucho fervor y aliento, y digamos ¡Por Nacional!:
¡Hip, hip, hurra!
¡Hip, hip, hurra!
¡Hip, hip, hurra!
Ernesto Flores
decano.com
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