Con humildad y garra, Gonzalo Petit se ganó un lugar en Nacional. Desde su debut soñado hasta su gol en el clásico, el joven delantero combina fútbol, estudio y sueños, mientras trabaja para ser cada día mejor.

Hace cinco meses, Gonzalo Petit tuvo su primer encuentro cara a cara con el cuerpo técnico de Nacional. En ese breve intercambio, Martín Lasarte le dijo algo que marcaría su camino: “A vos te veo como un 9 y medio, algo parecido a lo que hacía Francescoli en su época”. Desde ese momento, el joven delantero ha trabajado para estar a la altura de ese concepto.

Petit llegó a Montevideo desde Carmelo a los 13 años y vivió en la residencia juvenil de Nacional hasta mediados de este año. Según Diego Gonzo, director de la residencia de formativas, siempre fue un ejemplo: “Me pedía seguido para ir a quedarse a la casa de Thiago Helguera. Esas eran sus salidas. Gonza no es un tipo muy anecdótico porque es tranquilazo, manso y nunca dio problema para nada. Estando en el plantel principal, mientras vivió con nosotros, no era de los que llegaba el fin de semana y te pedían para salir. Sus salidas eran a lo de Thiago a jugar al play», expresó en la entrevista que concedio a Ovación.

Helguera no solo es su mejor amigo, sino también una motivación. “Lo usé como una motivación. Nos dejó un mensaje muy bueno a todos nuestros compañeros, incluso a los más chicos, de que se puede. De pensar, en el buen sentido: ‘Si él pudo, ¿por qué yo no?’. Nunca fue envidia, siempre lo tomé como motivación”, señaló Petit con admiración.

El bautismo goleador y el clásico inolvidable

El debut de Petit en Primera fue memorable. Entró en Jardines del Hipódromo, en lugar de Gonzalo Carneiro, y marcó su primer gol con la camiseta tricolor. Poco después, llegó el momento que lo haría inolvidable para la hinchada: su gol en el clásico frente a Peñarol. “Siempre voy a llevar conmigo el recuerdo del clásico y probablemente la mayoría me conoció después de ese gol. No lo quiero olvidar, pero sé que tengo que seguir y aspirar a más momentos como ese”, expresó con madurez.

La alegría de ese gol trascendió el estadio. “Volviendo de la práctica, me bajé en 8 de Octubre y uno me gritó desde el bondi: ‘Petit, los clavaste’. Me causó gracia y le levanté el dedo en señal de agradecimiento”, recordó entre risas.

Sin embargo, la presión mediática por no sumar más minutos tras su actuación llevó a Lasarte a responder con firmeza: “A Petit lo puse yo y ahora resulta que tengo que dar explicaciones”. A pesar de todo, la relación entre técnico y jugador nunca se vio afectada. “Entre nosotros no cambió el vínculo; me siguió dando para adelante”, aseguró Petit.

Con los pies en la tierra y los sueños intactos

A pesar de sus responsabilidades en el tricolor, Gonzalo cursa las últimas materias de Sexto de Medicina en el liceo por Zoom, decidido a completar su educación. También se queda después de los entrenamientos practicando definición junto a su compañero Diego Herazo, mostrando su compromiso con el crecimiento personal y profesional.

Este domingo, Petit votará por primera vez, un paso más en su vida fuera del fútbol. Además, planea sacar su libreta de manejo y ya tiene un deseo para 2025: “Le pido a Papá Noel muchos más goles”.

Con humildad, esfuerzo y grandes sueños, Gonzalo Petit sigue construyendo su historia en Nacional, demostrando que el éxito es la recompensa de quien nunca deja de intentarlo.

Vanesa Baliero

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