El máximo goleador de Uruguay dijo adiós a la selección en una noche histórica en el Estadio Centenario.

Hoy, a sus 37 años, el histórico Luis Alberto Suárez Díaz disputó su último partido con la Celeste en el emblemático Estadio Centenario. Con 69 goles en 143 partidos, el máximo goleador de la selección se despidió como titular y capitán en un encuentro frente a Paraguay por las Eliminatorias Mundialistas. En esta última aparición, Suárez lideró al equipo con la garra charrúa que siempre lo caracterizó, demostrando una vez más su entrega total en el campo de juego.

El pasado lunes, el delantero había anunciado en conferencia de prensa su retiro de la selección uruguaya. Desde entonces, miles de mensajes, homenajes y agradecimientos inundaron las redes sociales y medios de comunicación, reflejando el profundo respeto y admiración que el delantero ha cosechado durante toda su carrera.

Este no fue un partido cualquiera. Más allá de los tres puntos en disputa el verdadero protagonista fue Suárez, quien cierra hoy un ciclo glorioso en su carrera dejando atrás una historia marcada por momentos inolvidables. Desde su debut hasta las más grandes hazañas, siempre puso el corazón en cada balón, en cada corrida y en cada grito de gol.

Su historia comenzó en las canchas del Baby Fútbol del Bolso, debutando en la séptima división en el año 2000. Su primer partido oficial con Nacional fue el 3 de mayo de 2005, en un encuentro de la CONMEBOL Libertadores ante Junior de Colombia. Con la selección uruguaya, Suárez debutó el 7 de febrero de 2007, iniciando una carrera internacional que lo consagraría como el máximo goleador de la historia de la Celeste.

Su vínculo con Nacional se consolidó con dos etapas. La primera terminó en 2006, cuando su talento lo llevó a Europa. La segunda, conocida como “Una vuelta inolvidable”, se concretó gracias a una movilización masiva de hinchas y dirigentes, que lograron que el goleador retornara al club que lo vio nacer. El 31 de julio de 2022, después de 16 años, Suárez volvió al equipo tricolor, cumpliendo el sueño de toda la hinchada.

Hoy, frente a 60 mil personas, entre aficionados, ex compañeros de equipo y autoridades, Luis vivió una despedida emotiva. Ex compañeros del plantel que disputó el Mundial de Sudáfrica 2010 se hicieron presentes para acompañarlo en este momento especial: Jorge Fucile, Diego Lugano y Diego “El Ruso” Pérez, así como también “el Maestro” Óscar Tabárez, el preparador físico José Herrera y el asistente técnico Celso Otero. Entre otras figuras que asistieron, también estuvieron Álvaro “El Tata” Gonzalez, Diego Godín, Mauricio Victorino y los presidentes de Uruguay y Paraguay, quienes se unieron a los miles de hinchas para rendir homenaje a Suárez.

A los 97 minutos, el árbitro pitó el final del partido con un empate 0-0. Este resultado marcó el cierre de una era, la del mejor 9 que la selección uruguaya pudo tener. En el campo de fútbol, la pantalla gigante mostró un video con un recorrido de los goles de Suárez durante su etapa en la selección. Acompañado de un aplauso unánime y rodeado de su familia, Suárez, entre lágrimas, comenzó la despedida y homenaje como se merece.

El Centenario no fue solo testigo de un partido de Eliminatorias, sino de la despedida de una leyenda, un guerrero que supo poner en alto el nombre de Uruguay.

Para muchos uruguayos, Suárez es más que un futbolista, es el “Pistolero” que llevó la esperanza de un país sobre sus hombros, el que nunca se rindió a pesar de las adversidades. Desde aquella lesión que lo mantuvo en duda para el Mundial 2014, hasta esa famosa mano salvadora en el Mundial de Sudáfrica 2010 en el partido ante Ghana, que permitió a la Celeste seguir avanzando y disputar el cuarto puesto, Luis siempre mostró su carácter indomable.

Con sus 69 goles en 143 partidos, dejó un legado incomparable. En su último partido, nuevamente demostró esa fuerza y corazón que lo llevaron a ser el ídolo de generaciones. En su adiós, jugó con la intensidad que caracteriza este tipo de encuentros, dejando todo en la cancha como lo ha hecho a lo largo de su carrera.

A pesar de que su ciclo con la selección llegó a su fin, el legado de Suárez será eterno. En las tribunas, los aplausos y los cánticos resonaron como una despedida llena de gratitud y admiración. A partir de ahora, Luis Suárez será recordado no solo como uno de los mejores futbolistas que ha dado el país, sino como un símbolo de la garra y el orgullo uruguayo.

Vanesa Baliero

Foto: @Uruguay

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