La negociación del joven zaguero ha sido beneficiosa para todas las partes.
Generalmente los hinchas somos exageradamente críticos con el trabajo de los directivos, tal vez sea porque conducir un club no es una ciencia exacta que se aprende en una carrera universitaria. Recuerdo que en la primera entrevista que Decano le hizo a José Decurnex a los seis meses de asumir, este nos respondió que le había llevado tres o cuatro meses llegar a entender “algo” de cómo funciona “el mundo Nacional”.
Si hay algo en lo que debemos convenir todos es que, la tarea no es fácil. Porque además de los problemas propios de un club de fútbol, se debe competir con los demás y, como si fuera poco, administrar las pasiones del hincha que suelen ir de la mano del triunfo o la derrota ocasional. Si a esto le agregamos la extremadamente difícil situación económica y financiera con la que esta directiva tomó las riendas de Nacional, también debemos coincidir en que el combo tenía pólvora en exceso.
A la hora de negociar la transferencia de un futbolista, la cosa no es menos dura. A las dificultades del medio hay que agregar una legislación en la materia que no protege a los clubes formadores frente al poder de los que tienen dinero. Y estos últimos hace tiempo que se están llevando a los jugadores cada vez más jóvenes para terminar de formarlos. Ante esto, poco se puede hacer. Menos aún si la voluntad del futbolista y su familia está más en el exterior que en nuestro medio.
En este ambiente Nacional ha logrado la transferencia de Matías Viña (de la que ya hemos hablado), Martín Satriano y Renzo Orihuela. Sobre este último quiero detenerme. ¿Por qué? Porque, si bien negociamos un futbolista joven que aún no está afianzado en Primera División, el negocio ha sido beneficioso para todas las partes y el mismo no interrumpe el proceso de formación y maduración del deportista como sí ocurre –en mi opinión- con Martín Satriano.
Por el 80% de la ficha de Orihuela, Nacional recibe u$s 1.600.000, la mitad en unos pocos días y la otra a pagar en setiembre. Pero puede haber más: si Renzo llega a Girona (u$s 1.500.000) y aún más si llegara a Manchester City (u$s 5.000.000). Además hay extras, de menor cuantía, por jugar en nuestro primer equipo.
Sin lugar a dudas, la transferencia ha sido beneficiosa para Nacional, y puede serlo aún más. Es un ejemplo a seguir.
Minibio
Renzo Orihuela nació el 4 de abril de 2001 (18 años). Mide 1,83 m y pesa 74 kg.
Es defensa central o eventualmente se ha desempeñado como lateral derecho, su pierna hábil es la derecha.
Es integrante del proceso de la Selección Uruguaya Sub20. Jugó en el 2019 en Tercera y disputó las finales en Cuarta. Fue ascendido al plantel de Primera división del Decano en el inicio del presente año.
Alejandro Luzardo
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