Desde un buen tiempo a esta parte -casi diría que tres años o más- en Nacional tenemos instalada una lucha electoral. El último round tiene como protagonista el voto del exterior.
Hace poco, un integrante de la Directiva nos decía: “pareciera que si llueve en Japón es culpa de Ache”. Anteriormente asistimos a una andanada de críticas, cargada de afrentas personales, a la persona de José Fuentes. Y en el medio no se salvó nadie: oposición, la barra, integrantes de las distintas comisiones, quienes apoyan y quienes disienten, el departamento comercial y de marketing, el gerente general y el deportivo, el canchero…Pareciera que la única que permaneció a salvo de críticas fue “Bolsa”, la perra del Parque Central.
Por estatuto -ese documento del que todos tironeamos, con la velada intención de quedarnos con un pedazo para impedirle su comprensión al adversario de turno-, los reglamentos deberán ser formulados por la Comisión Electoral, para su aprobación por la Comisión Directiva, con una anticipación de seis meses como mínimo a la fecha del Acto Electoral. Seguramente en junio pasado, a ningún asociado, y mucho menos a algún miembro de una agrupación que estuviera dispuesta a presentrase en las elecciones de diciembre próximo, se le ocurrió lamentarse o protestar por esta situación, sobre todo, teniendo en cuenta que para esa fecha, no había una agrupación interesada en este menester, dispuesta a echar una mirada sobre los reglamentos y, según varios trascendidos, la Comisión Electoral ni siquiera estaba conformada, debido a la renuncia de varios de sus integrantes iniciales. Se podrá decir que la ausencia de reclamos no valida la no existencia de una reglamentación o el no funcionamiento de una comisión, pero si vamos a hilar fino no terminaremos nunca el telón.
Por lo que ha manifestado el secretario general del club, Ing. Claudio Puig, el reglamento electoral fue confeccionado por la Comisión responsable hace cuatro meses atrás. Hay otras informaciones que difieren un poco en el período y ubican más responsabilidad en la redacción al Dr. Pablo Durán, José López Rubio, el Dr. Hernán Navascués y Juan José Castro, pero justo es decir que el Ing. Puig también hizo mención a ellos como co-redactores. A favor de esto, podemos agregar que a mediados de setiembre le solicitamos información a Claudio Puig acerca de las condiciones para los votantes residentes en el interior y exterior del país, y este nos sugirió que nos comunicáramos con José López Rubio: “que la tiene más clara, porque estuvo metido en eso”. No contactamos a López Rubio sino hasta que tomó estado público el asunto del voto de “los socios del exterior”, y este nos manifestó -como consta en el artículo publicado el pasado jueves 15 bajo el título “¿Los de afuera son de palo?”- que desconocía las modificaciones establecidas al reglamento y se oponía a privar a los socios que residen fuera de fronteras, de su derecho al voto. Debemos agregar que, la primera impresión del Directivo cuando le confirmamos que, efectivamante, en las elecciones del 2012 se les había permitido sufragar a “los del exterior” fue de sorpresa, dado que tenía el total convencimiento de que esta práctica no había sido permitida anteriormente. Lo mismo nos sucedió con el Esc. Amílcar Urtazú, uno de los tres integrantes de la Comisión Electoral, que ingresó en representación de la oposoción. En respuesta al motivo del impedimento del voto epistolar, Urtazú fue muy claro al manifestar que “no está previsto en el actual reglamento. No se estableció, no es que haya sido desechado, simplemente no se consideró”, y fue más claro aún cuando aseguró que, para introducir esta consideración, no es necesario modificar el Estatuto, basta preverlo.
Otra voz importante a tener en cuenta, es la del representante de Nacional en la Mesa Ejecutiva, Raúl Giuria, ciudadano con amplia trayectoria en la Corte Electoral. Consultado por Pasión Tricolor 1010 AM, el “Nono” Giuria aclaró un punto trascendental, al hacer notar que en el Capítulo X, Artículo 29 de dicho reglamento, que versa sobre “Interpretación y aplicación del reglamento”, estaba establecido que: “Cualquier punto no tratado en este reglamento o duda que se suscite en su aplicación, será resuelto por la Comisión Electoral, tratando de contemplar el espíritu de las disposiciones legales que rigen para las Elecciones Nacionales”. En buen romance, así como acontece en las elecciones nacionales, no se autoriza el voto desde el exterior. Esto no quiere decir que que se hubiera tomado la decisión de regirse según la reglamentación de la Corte Electoral, sino que se operará de la manera en que lo hace este órgano cuando surgieran dudas a su aplicación. Una forma natural de cubrirse si se generaba algún vacío, como aconteció.
Una apreciación que creemos necesaria: El reglamento electoral, si bien es mandatado a la Comisión Electoral mediante los Estatutos, no está unido a ellos -como destacó el Esc. Urtazú al mencionar que “no es necesario modificarr el Estatuto para introducir esa variante”. Cuando el Ing. Puig se refiere, en declaraciones a Pasión Tricolor, a la necesidad de cambiar el Estatuto, alude a la necesidad de dejar asegurada la posibilidad del voto epistolar, amitiendo que “el socio del exterior está un poco huérfano, en derechos, en fijación de cuotas, hay muchas cosas, hay que adornar toda la figura, porque el socio del exterior es tan valioso como cualquier otro sin duda, entonces merece estar en el Estatuto”. Convengamos que, nos guste o no, el articulado que nos rige como institución, fue formulado en los años ochenta, cuando lejos estábamos de tener un número considerable de socios residentes en el exterior, y cuando la preocupación del asociado por la vida política e institucional del club, era mucho menor. Pese a lo expuesto, es necesario aclarar que no existe ninguna necesidad de incluir dentro del Estatuto la figura del supuesto “socio del exterior”, dado que Nacional, a pesar de ser el genuino representante de la nación oriental, no tiene una conformación política por la cual sus residentes deban estar delimitados dentro de un territorio. Sus asociados deberían gozar de los mismos derechos y asistirles las mismas obligaciones que a cada uno de aquellos que estén comprendidos dentro de la misma categoría (cadete, suscriptor, activo, vitalicio o tricosocio), ya que están “asociados a”, no son “residentes en”. El único impedimento que pareciera lógico detentar, es el que se vean obligados a cumplir por condición física o distancia geográfica. Les está permitido asistir al Parque Central, aunque se ven impedidos de hacerlo, asimismo debería permitírsele votar, contemplando para ello las mismas facilidades que se le otorgan a aquellos asociados que no residen en Montevideo, pero sí dentro del territorio oriental.
La voz del exterior
Rubens Perri y Washington Jorge, son dos representantes del sentimiento del hincha y el socio que habita en el exterior. Cónsul de Nacional en Argentina el primero, y en U.S.A. el segundo, tienen su opinión respecto a esta situación. Nos contactamos con los dos, y ambos coinciden en destacar las figuras de José López Rubio y Aldo Villar como el único vínculo por el cual tienen contacto con el club, y concuerdan en que, en este caso, lo que existió fue una omisión. Para Rubens Perri, no hubo intencionalidad ninguna, y dejó claro que “lo tomo pura y exclusivamente como una omisión por diferentes causas. Porque estamos afuera, o porque hay otras prioridades dentro de Nacional. Dado mi conocimiento interno del club, no debimos haber dado por entendido que se nos iba a permitir votar”.
Perri resalta su responsabilidad en esta circunstancia, argumentando que “falté a mi deber como socio al no haber hecho las cosas con mayor responsabilidad, o no haber tenido la insistencia necesaria para que en la elección que se viene, quienes vivimos en el exterior, tuviésemos la posibilidad de votar reglamentariamente”. El cónsul en Argentina, también indica el grado de compromiso que le cabe a los directivos, a quienes considera los más implicados. “Todos los integrantes de la Comisión Directiva, oficialismo y oposición, son quienes tienen el mayor grado de responsabilidad. Sean titulares o suplentes, hayan estado al comienzo del período o al final del mandato, porque en ellos está el habernos brindado la posibilidad de votar en diciembre”.
Jorge coincide con la no existencia de una intención, pero carga toda la responsabilidad en la Comisión Directiva: “Aquí no hay mala intención. Es una flagrante omisión. Estamos hablando de la confección de un reglamento, no hay que modificar mucha cosa para contemplar a quienes vivimos fuera de fronteras. Esto no nos toca solo a nosotros, le va a suceder a cualquiera que el día de mañana viaje por vacaciones al exterior con su familia, todos socios, y se vean impedidos de votar porque coincide con las elecciones. Responsabilizo de esta omisión a todos los integrantes de esta Directiva y a las comisiones que han trabajado en el tema del «Socio Mundial» y el resto de las campañas agresivas que se han lanzado, tendientes a captar socios. Quienes estamos en el exterior, sentimos que Nacional nos ignora, que para el club no existimos. No digo esto solamente como socio residente en el exterior, que tuvo el honor de recibir su medalla de 30 años hace escasos 20 días, también hablo desde mi posición de cónsul. Me siento defraudado por todo lo actuado”.
Rubens Perri recuerda que “en determinado momento hice un planteo al club sobre cómo se iba a proceder en relación a los votantes del exterior. Lo hice en forma personal, nunca hicimos una presentación formal, porque dábamos por descontado que se nos permitiría votar y enviar el sufragio vía correo, como se ha venido haciendo desde siempre con los socios que viven en el interior de Uruguay”.
El cónsul en la vecina orilla, reflexionó sobre el voto emitido desde fuera de fronteras en las elecciones pasadas, y aseguró que “el voto del 2012 es algo muy traído de los pelos. Para esas elecciones, había tres personas en Argentina que estaban habilitadas a votar. Uno de ellos vino a mi casa a votar y el voto se envió por correo, como estaba previsto. Por un inconveniente interno del courier, el sufragio llegó a la sede luego de cerradas todas las mesas, no se tuvo en cuenta. Igual suerte corrieron los votos que llegaron desde el norte. En definitiva, ninguno de los votos que llegaron a Montevideo procedentes del exterior fueron contabilizados. Emilio Cárpena, integrante de la Comisión Electoral, me manifestó que, de todos modos, si hubieran llegado en tiempo y forma, no habrían sido contabilizados porque no estaban validados en el reglamento. Desconozco si esto es así, pero en realidad no hubo votos del exterior que se hayan tomado en cuenta”.
Con relación a este tema, Washington Jorge nos planteó que “quisiera saber con qué criterio se mueve la Comisión Electoral al confeccionar el reglamento, dado que no nos incluyeron para estas elecciones, pero si fuimos contemplados en las anteriores. Al margen de esto, con profunda tristeza he tenido que, primero escuchar al aire y posteriormente leer, las declaraciones del secretario general de la institución, Ing. Claudio Puig, quien justifica el accionar de los responsables de redactar el reglamento, aduciendo que se deben haber percatado que, en el Estatuto -elaborado en los ochenta-, no existía la opción de ser socio desde el exterior, y cierra su comentario con una pregunta: «¿Qué discusión tenemos acá?». O sea que, para el Secretario General, como en el año ochenta no existía el «socio del exterior», al día de hoy tampoco se contempla. Ahora bien, hoy en día contamos con internet y el Sr. Puig hace más de nueve años que integra la Comisión Directiva y nunca se hizo un planteo sobre este tema. Claudio Puig remata su comentario, sugiriendo que hay que lograr un acuerdo para “aggiornar” el Estatuto, y destaca que en esta Directiva, lo jurídico está por encima de lo político. Lo felicito y lo acompaño, pero que me demuestre con hechos que cumple lo que manifiesta, porque yo tengo la sensación y la certeza que, desde el primer día, esta Comisión Directiva se mueve dentro de un ámbito político, tanto la oposición como el oficialismo. Aquí hay que predicar con el ejemplo. Me gustaría que se recapacite y, de una vez por todas se proceda correctamente. Espero que esto no se transforme en una acción política y que cada grupo se preocupe por ver quien sale mejor parado de esta situación, con promesas a futuro, invocando que la primera medida que va a tomar la nueva Directiva será la de corregir esto. Por favor, no lo prediquen, háganlo de una vez por todas”.
Llamado a reflexión
Es entendible la desazón y la molestia del socio que está fuera del país, al perder la esperanza de poder participar en algo que lo hago sentir más cerca del club, ya que la distancia le impide cualquier otra actividad, pero a su vez, es importante hacer un esfuerzo para mantener la objetividad y hacer el ejercicio de preguntarse si esto es una acción premeditada, con el fin de evitar su participación, o se trata de un error humano, una omisión involuntaria. Cada uno en su interior obtendrá la respuesta y obrará en consecuencia. En decano.com sabemos del valor agregado que significa ser socio residente en el exterior.
Ernesto Flores
decano.com
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