El bramido de la cantera

Creo que el sonido atronador de ayer salió de las entrañas de la cantera.

Cuando íbamos perdiendo ya desde los comienzos uno se preguntaba, mirando al banco, si teníamos la solución ante un cuadro que además de hacer tiempo se abroqueló atrás. Se nos hacía complicado y el tiempo cuando vas perdiendo siempre juega a favor del otro.

Estábamos ya contra diez pero el tiempo seguía haciéndonos guiñadas de soberbia. Y miraba de sopetón al banco de suplentes. El tiempo ese recurso que puede ser válido y que todos en algún momento hemos usado ayer jugó a nuestro favor porque la cantera se aburrió y entonces enojada le bramó al aire.

Y el aire caliente de la tarde se corrió de golpe y pfff en un pujo canterano llegó el empate.

El bramido fue tan fuerte que hasta la torta frita que estaba calentita como la tarde, se enfrió.

Y ahí el tiempo se acurrucó asustado y se escondió temeroso de que la cantera se enojara de nuevo, y ahí entonces pudimos entre todos sacar el resultado.

Andá a hacer bobadas a otro lado le dijo la cantera al tiempo que estaba entonces y ahí como medio perdido.