Los hinchas de Nacional nos bancamos todo.
Nos bancamos el frío, el calor y la lluvia.
Nos bancamos entradas a precios escandalosos.
Nos bancamos visitar cualquier cancha y viajar a donde sea por Nacional, siendo que la mayoría no tenemos entradas de regalo y salen de nuestros bolsillos.
Nos bancamos no poder venir nunca a Montevideo y participar de la fiesta de ver a Nacional cada tanto cuando llega a nuestra ciudad.
Nos bancamos que nos revisen como delincuentes y no poder entrar ni una botellita de agua.
Nos bancamos que entren los energúmenos de siempre, los dirigentes los avalen y que después no podamos ir a los partidos por culpa de los inadaptados de siempre.
Nos bancamos que éstos mismos dirigentes nos vendan con figuritas lindas y papeles brillantes promesas de cambios para que nuestro voto vaya a su favor.
Nos bancamos pases inconclusos, paquetes de jugadores, jugadores que vienen a recomponerse, jugadores que se van sin que queden las cosas claras.
Nos bancamos las estocadas arteras de los de atrás de un micrófono.
Nos bancamos los discursos cassette que ya son parte folklórica del fobal.
Nos bancamos que el equipo pierda cuando el rival es superior.
Nos bancamos todo. Y si nos equivocamos como hinchada, lo pagamos caro.
Nos bancamos todo. O casi todo. Entonces cuando ya no bancamos porque es demasiado, entonces es cuando nos merecemos un simple, concreto y humilde: “Me equivoqué”.
Nos bancamos que estas dos palabras no arreglen lo perdido. Pero nos aplacarían un cacho más la bronca que dejó una decisión siniestra seguida de un montón de palabras insensatas.
Cecilia810
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