“Nos queda un partido más de local que lo vamos a ganar como sea para seguir en la Libertadores”, expresó Rodríguez, quien admitió haber dado lo máximo.
A Martín Rodríguez le tocó suplantar, en un partido decisivo frente a Vélez, al capitán Sergio Rochet, desafectado por lesión. Luego del encuentro que terminó desfavorable para el Decano 2-3, en conferencia de prensa, el arquero admitió: “Me voy con una sensación de amargura, porque el equipo fue al frente”.
“Queríamos ganar de local para quedarnos más cerca de avanzar en la Copa Libertadores”, explicó el arquero. Si Nacional lograba los tres puntos, bastaba con un empate ante Bragantino para clasificar. Ahora las condiciones son distintas.
Sobre el desenlace del duelo, afirmó: “Quedamos dolidos con ese gol en la última jugada, ya que el equipo estaba plantado adelante para buscar el tercero”.
“Nos queda un partido más de local que lo vamos a ganar como sea para seguir en la Libertadores”, manifestó. El Bolso deberá derrotar a los brasileños y Vélez no puede vencer a Estudiantes para que el Decano clasifique a octavos de final.
Con referencia a su actuación, Martín expresó que siempre trata de hacerlo de la mejor manera: “Estoy pronto para cuando me toque jugar. Era una final para nosotros y di lo mejor de mí y para el grupo”, cerró.
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