Dejó su huella

Pasaron cuatro años desde que el Tricampeón Uruguayo Rochet llegó a Nacional.

Se trataba de un guardameta prácticamente desconocido para muchos futboleros del país, sólo algunos pocos le seguían el rastro al pelilargo que dejaba de atajar en el Sivasspor de Turquía para defender los tres palos del Decano del fútbol uruguayo. Hoy pasaron cuatro años desde la llegada de Sergio Rochet al Bolso, un jugador que se volvió ídolo y capitán del equipo.

Fue tal el rendimiento del ‘Chino’ en el arco tricolor y la adhesión con el club que se ganó a los hinchas y en cada partido es recibido con un aplauso y un coreo de su apodo.

Cuando llegó, a Rochet le tocó ser el suplente del panameño Luis Mejía, pero tuvo su oportunidad y la supo aprovechar de gran manera. Se ganó la titularidad, llamó la atención en toda América durante los torneos internacionales y sorprendió a más de uno con sus tapadas, incluso a Óscar Washington Tabárez, que lo convocó a la selección mayor de Uruguay.

Entonces, el Chino se convirtió en el dueño del arco de Nacional y la Selección Uruguaya, jugando un Mundial (Catar 2022). Como si fuera poco, se transformó en el capitán del Decano, lo que aún sigue siendo.

El palmirense es Tricampeón Uruguayo (2019, 2020 y 2021) con la casaca tricolor. Jugó 143 partidos, de los que ganó 89 y empató 35.

En entrevista con Decano, cuando el arquero se incorporó al Bolso, expresó: “Para mí significa mucho, porque es un equipo grande, y más siendo hincha. Cuando se me dio la posibilidad de venir, no lo dudé”.