A punto de culminar la temporada 2015 – 2016, la continuidad de Gustavo Munúa al frente de la dirección técnica es discutida por los hinchas del Decano uruguayo.
La interna de decano.com no es la excepción en cuanto a este asunto. Nosotros como hinchas también tenemos nuestra opinión y decidimos compartir aquí algunas de ellas. Más allá de expresarnos, lo que buscamos es sumar argumentos para una discusión que aporte.
«No creo tener todos los elementos como para definir una posición. Sin dudas que quienes están más cerca de la vida del plantel tienen más y mejores elementos para esto. De todas formas, basándome en lo que conocemos daré mi opinión.
Creo que la primera y excluyente virtud que debe mostrar un entrenador es la de saber liderar su grupo y mantener el principio de autoridad. Junto a eso, casi en el mismo nivel, está la capacidad de motivar y sacar lo mejor del futbolista. Nuestro técnico logró encolumnar a sus futbolistas en apoyo a su propuesta de juego y el principio de autoridad parece haber sido respetado en todo momento. El aspecto motivacional venía bien hasta la eliminación de la Copa Libertadores. Luego de ello el plantel cayó y no ha podido levantarse. Es humano y lógico que así esté sucediendo.
Otro punto a considerar es el armado del plantel. Ha sido muy evidente la diferencia entre el equipo titular y la mayoría –no todos- de los futbolistas que han alternado. Con el diario del lunes vemos una mala conformación del plantel en este aspecto y la responsabilidad es compartida entre Munúa y Lembo.
También debemos tener en cuenta que el próximo Campeonato Uruguayo comenzará en poco tiempo y sería inteligente aprovechar la experiencia acumulada. Claro que ya no habrá margen de error para Munúa.
Tomando en cuenta todo lo anteriormente mencionado, en mi opinión Nacional debería mantener a su cuerpo técnico hasta el final de este 2016.”
Alejandro Luzardo
“Tengo dudas. Gustavo Munúa tuvo dos facetas bien diferentes. Una a nivel internacional y otra muy distinta en el Campeonato Uruguayo.
La actuación en la Copa Libertadores fue positiva desde todo punto de vista, faltó meter un penal para pasar a la semifinal de la competencia más importante del continente. Se jugó ante clubes muy poderosos de Argentina y Brasil de igual a igual, tanto de locatario como de visitante. El hincha se sintió identificado por la propuesta futbolística y principalmente por la entrega que demostró Nacional en cualquier cancha.
Todo lo contrario ocurrió en el Campeonato Uruguayo. El equipo de Munúa se mostró cómodo ante rivales que le jugaron de igual a igual, pero tuvo grandes inconvenientes ante equipos que se refugiaron de mitad de cancha para atrás y utilizaron el contragolpe como arma de ataque.
No acertó en las rotaciones por la doble competencia, no pudo cambiar los resultados adversos, no cerró partidos que comenzaban con victoria y el rival los empató o ganó sobre el final de los mismos. Los dos clásicos oficiales son un claro ejemplo de esto. No pudo cambiar los trámites adversos en varios compromisos, no varió en lo táctico y los relevos utilizados no le dieron el resultado esperado. Le faltó leer los partidos y cambiar el plan estratégico.
Además faltaron ejecutantes de tiros libres y no se pudo aprovechar casi nunca la “pelota parada” a favor, que es un arma muy importante para convertir, cuando el rival se cierra como ocurre en el ámbito local.
Por lo expuesto, considero que la directiva y la gerencia deportiva deberán analizar muy bien lo que sucedió, valorar lo bueno y lo que no salió como estaba previsto.”
Daniel Puppo
“En principio, sí, debe continuar. Pero con unos cuantos matices y aspectos a evaluar y mejorar.
Por qué debería continuar:
Para apostar alguna vez a un proyecto a mediano y largo plazo y no cambiar de timón y de idea una vez al año para volver a comenzar de cero (pero para esto se requiere de la paciencia de hinchas y directivos).
Porque logró una adhesión y un convencimiento del plantel de que las copas internacionales no están tan lejos como creíamos, algo que no se veía hace mucho tiempo.
Aspectos a corregir y errores que no deberían repetirse:
Tener un plan B a la hora de encarar los partidos. Este Nacional se sintió muy cómodo en aquellos partidos en los que no tenía la obligación de llevar el juego pero en el ámbito local eso no sucede nunca y en esos partidos muchas veces careció de variantes.
Se le dieron demasiadas chances a algunos jugadores que nunca tuvieron buen rendimiento.
Pelota parada: por falta de ejecutantes y/o de trabajo, esta jamás fue un arma ofensiva en la última temporada. No tener plan B ni utilizar la pelota parada es dar demasiadas ventajas y depender de las individualidades para abrir partidos cerrados.
Plantel corto y sin variantes: hubo una base de 13 o 14 jugadores con buenos y muy buenos rendimientos y el resto no estaban a la altura lo que, nuevamente, dejaba a Nacional sin posibilidades de variantes en el juego incluso en el transcurso de los partidos.”
Cecilia Ocretich
«Responder esta pregunta me resulta algo difícil. Tengo un cariño muy grande por Gustavo Munúa. Lo vi debutar en Primera División y ser un ganador con Nacional como jugador. De todas maneras, intentaré ser lo más objetivo posible,
Creo que Gustavo erró mucho en cosas que -cualquier hincha que ve fútbol desde hace tiempo- las vio a priori o mientras transcurrían. Recuerdo tres claras en este momento: el partido que ganábamos 2 a 0 ante Racing la fecha anterior al clásico y nos terminan empatando en los últimos minutos, en el cual se vio venir el empate y sin embargo se guardó dos cambios sin intentar un sacudón anímico en el equipo.
Los errores más recientes fueron: los diez cambios ante Plaza Colonia cuando se venía de un viaje corto a jugar con Rosario Central y el siguiente partido era en Montevideo -una cosa es la rotación y otra modificar todo el equipo- y la constitución del mediocampo ante Sudamérica con dos jugadores con muy poca marca como Matías Cabrera e Ignacio González, que venían además sin minutos, y que no estaban teniendo un buen nivel futbolístico.
Todos estos errores como dije fueron vistos y remarcados con anterioridad al resultado que terminó aconteciendo en dichos partidos y desde mi punto de vista fueron errores graves que nos costaron la punta del Apertura nada más y nada menos que una fecha antes del clásico, y puntos importantísimos en el Clausura en momentos claves del torneo.
Por otro lado destaco como positivo el estilo de juego impuesto, la confianza de los jugadores en el planteamiento que propone como técnico, el hecho de animarse a jugarle de igual a igual a quien sea y en cualquier campo de juego.
La duda pasa por determinar si los errores son por inexperiencia; me cuesta creer que así sea, porque como dije son errores gruesos que cualquiera que ve fútbol desde hace años los vio en su momento, o si son por terquedad y cabeza dura.
Este plantel de jugadores es muy bueno y con alguien que no hubiera cometido errores tan importantes seguramente estaríamos definiendo este Uruguayo. Gustavo Munúa será un gran técnico, pero entiendo que -en este momento y con este plantel- Nacional necesita un cambio de timón por alguien con más experiencia».
Diego Ávalo
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