La residencia del Club Nacional de Football se ha consolidado como un espacio crucial en la formación de jóvenes talentos.

En un diálogo con Decano, Diego Gonzo, encargado de la residencia, nos brinda detalles sobre el funcionamiento de este espacio y la importancia que tiene en el desarrollo tanto deportivo como personal de los chicos que allí conviven.

Actualmente, 40 chicos de entre 13 y 18 años residen en sus instalaciones, provenientes de diferentes departamentos.

El club cuenta con un amplio equipo de captación que recorre todo el país y participa en campeonatos internacionales en busca de jóvenes promesas. Para identificar a estos talentos, el equipo de captación organiza eventos deportivos y campamentos en distintos departamentos, donde los chicos pasan por períodos de prueba que suelen durar un fin de semana. En estos eventos, hasta 200 jóvenes se prueban ante los ojos del club. 

Los jugadores más grandes, que ya forman parte de planteles en equipos del interior, son observados durante sus partidos, y si se considera que tienen proyección, se les invita a unirse a Nacional. Para los jugadores extranjeros, existe una particularidad: sus padres deben estar cerca durante el proceso, asegurando un apoyo familiar esencial durante este proceso.

Las lesiones son un aspecto inevitable en la vida de un futbolista, y la residencia está preparada para manejar estas situaciones con celeridad. “Hemos tenido lesiones de todo tipo, especialmente en rodillas y ligamentos. La atención aquí es rápida, y tras una operación, los chicos ya están caminando hacia el liceo en tan solo 15 días”, comenta Gonzo, destacando la eficiencia del sistema de salud con el que cuentan gracias a convenios con instituciones médicas como la “Asociación Española”.

Gonzo subraya la importancia que fomenta el contacto con exjugadores que han pasado por la casa y ahora juegan en primera, como Rodrigo Chagas, Renzo Sánchez y Tiago Helguera, quienes son ejemplos de cómo se puede combinar el éxito deportivo con el desarrollo académico y personal.

El desarrollo integral de los chicos es un objetivo primordial. Uno de los requisitos indispensables para permanecer en la residencia es estar estudiando, ya que en Nacional se valora tanto la educación como el desempeño deportivo. “Es un trabajo constante y somos muy exigentes con la educación. Buscamos un perfil de residente; no todos pueden serlo. Si bien algunos chicos son muy buenos deportivamente, si no tienen interés en estudiar, entonces tendrán que buscar otro medio para poder estar en el club“, explica Gonzo. 

Ejemplos como el de Gonzalo Petit, quien recientemente ascendió a Primera División, destacan los valores que se inculcan en la residencia. Ya que es un claro ejemplo de que se puede ser un deportista completo sin dejar de lado los estudios.

Gonzalo se fue hace dos semanas de la residencia y es un residente ejemplar; académicamente brillante y buen compañero”, afirma Gonzo.

Explica que al final de cada año se hace una fiesta y se premian distintas cosas, entre ellas el que se destacó académicamente, el que los compañeros lo consideran el mejor compañero y el que representa los valores del club y Petit era siempre el de los premiados. 

Un perfil muy bajo y educado, Gonza cuando llegó, en principio era un chiquilín flaquito, que no destacaba, hay algunos que vienen y decis “pa’ este es una estrella” pero Gonzalo no era un titular indiscutible, se lo fue ganando”.

A su vez, comenta que pasaba desapercibido pero se ganó el respeto y cariño de sus compañeros, lo cual hizo que su ascenso a Primera División sea aún más gratificante y por ende quienes convivieron con él se sienten llenos de alegría y  orgullo.

“Gonza es el claro ejemplo de que se puede en todos los ámbitos, de que podés llegar a ser profesional deportivamente sin dejar de estudiar”, relata con orgullo Diego.

Actualmente, la residencia cuenta con tres jugadores de 18 años considerados referentes y modelos a seguir por los más jóvenes. 

Además, el club busca invitar a jugadores de Primera División a la casa para reforzar la importancia del ejemplo. “El Patrón” Diego Polenta y Mauricio Pereyra han visitado la residencia ofreciendo charlas y actividades recreativas. “Siempre buscamos que puedan venir a compartir, a tener una charla, dar consejos, hacer algo distendido, jugar a las cartas y tomar unos mates”, remarca.

Por otra parte, Gonzo afirma que el trabajo realizado en la residencia es poco conocido fuera del club, y se vela por la privacidad de los jóvenes residentes. “No abrimos las puertas a todo el mundo para que vean como viven, es su casa, y es uno de los pilares fundamentales para las formativas”, culmina.

La residencia es crucial para muchos jugadores ya que el 50 o 60 por ciento no podría estar en Nacional sin este apoyo. Se estima que por jugador se gasta unos 700 u 800 dólares por mes, entonces para una familia eso les resulta muy complicado.

Finalmente, la residencia del tricolor se ha convertido en un modelo a seguir por otros clubes, destacándose por sus recursos humanos y la atención personalizada que se ofrece. Esto ha llevado a que muchas familias, incluso aquellas que no son hinchas del Bolso, elijan al Club Nacional de Football para el desarrollo de sus hijos. 

Según Gonzo, la residencia es un factor clave en la formación de los jugadores del club, y sin ella, muchos talentos actuales no estarían en Nacional.

Vanesa Baliero

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