La Copa Uruguaya 111 -45 de Nacional- descansa en una oficina de la AUF, a la espera de ser recibida y exhibida por quien más veces la ha merecido y logrado.

Luego de que el justo vencedor del Campeonato Uruguayo se viera imposibilitado de recibir tal reconocimiento en cancha -como debió ser-, ante la vista de su público y cumpliendo con el ritual de dar la vuelta olímpica en la cara al tradicional rival, la entrega de la Copa se ha venido demorando a límites y con motivos que rozan lo absurdo.

Recordemos que tras la suspensión del partido clásico del pasado 14 de junio por los hechos de violencia generados por la hinchada aurinegra para evitar presenciar una nueva humillación a manos del Decano oriental, la decisión de cuáles serían los pasos a seguir para designar como lógico ganador del encuentro, y por ende campeón uruguayo, a Nacional, recayó en la Comisión de Disciplina de la AUF.

Sobre la medianoche del mismo domingo, esta Comisión emitió un fallo dividido en el cual, por un lado proclamaba a Nacional como vencedor del encuentro y por otro tomaba la decisión de continuar el caso, para adoptar una resolución en lo que tenía que ver con las sanciones que habrían de recaer sobre el CAP.

Tras este fallo, los clubes Danubio, River Plate y Wanderers presentaron una acción de nulidad, en el entendido de que no era posible dictar una resolución en dos partes. Como resultado de esa acción, todos los actos tendientes a proclamar al nuevo campeón del fútbol uruguayo, quedaron en suspenso.

En la tarde del jueves, con anterioridad al pronunciamiento del Tribunal de Alzada que determinó la sanción a Peñarol, hablamos con el Dr. Javier Gomensoro para tener en claro el posible escenario y los hechos que se avecinaban.

De los tres clubes que observaron la decisión de la Comisión de Disciplina, el único que tenía un interés directo era River, ya que la quita de puntos a Peñarol podría redundar en un beneficio para los darseneros, llegando incluso -por el absurdo- a colocarlos en una definición del Clausura frente a los aurinegros. Esto sería posible si la quita de puntos se relacionara con el Campeonato Clausura, que no es el caso, ya que este torneo había finalizado al momento de los incidentes y Peñarol había adquirido el derecho de jugar esa final. Otro escenario planteado era la quita de puntos en la Tabla Anual, pero esta no tiene puntos específicos, ya que es la sumatoria de los obtenidos en los dos torneos cortos; Apertura y Clausura”, nos manifestó el el delegado tricolor ante la AUF.

El Dr. Gomensoro nos comentaba que, el peor escenario posible, era que el Tribunal de Conflictos elevara los antecedentes al de Alzada -cosa que sucedió- y este último decidiera la revocación de la sanción de la Comisión de Disciplina, dando la razón a los clubes reclamantes. En este caso, el Tribunal de Alzada debe regresar la resolución a la comisión que la expidió (Comisión de Disciplina). Según Gomensoro, esto no habría alterado en nada la decisión, ya que era altamente improbable que la Comisión de Disciplina diera marcha atrás con una resolución en la que había operado totalmente convencida.

Preguntado Javier Gomensoro sobre si existía un plazo para tomar la determinación, manifestó que “el parte procesal puede tener una duración de diez días aproximadamente, debido a la posibilidad que existan pedidos de prórroga de audiencia. En este caso específico, los clubes apelantes no van a presentar pruebas que puedan estirar el acto de coronación del justo campeón uruguayo ya que no son partícipes de los incidentes”.

Ernesto Flores
decano.com

Foto: lr21.com.uy
 

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