¡Continúa la ilusión!

Nacional sacó los tres puntos que eran impostergables para seguir peleando en la copa más importante del continente.

Mal inicio defendiendo. Hoy Nacional tuvo muchas bajas luego de los ya conocidos casos de COVID-19 y las bajas por sanciones. Eso hizo que Armando Méndez tuviera que jugar como lateral izquierdo, Ángelo Gabrielli como lateral derecho, y Andrés D’Alessandro como enganche. En la primera mitad costó muchísimo contener la tenencia de balón del equipo chileno. En el mediocampo quedaban muchos espacios cuando los tres argentinos salían a presionar arriba, pero los centrocampistas quedaban retrasados. No había coordinación. Por las bandas hubo poca contención en zona central y eso hizo que ambos laterales se vieran permanentemente superados. Lo mismo por el medio. Siempre corrimos de atrás la pelota y casi nunca pudimos recuperar el balón salvo en última zona. Pese a esto, y en un contragolpe con una espléndida jugada individual de Brian Ocampo, encontramos el tanto que fuera, al final, el único del partido. Luego de recibir en campo propio, avanzó por el centro, utilizó a sus compañeros para arrastrar marcas y se la jugó en la personal rematando contra el palo desde afuera del área. Golazo y al entretiempo ganando.

Mucho mejor en defensa. La segunda mitad tuvo un cambio que fue muy acertado. Alfonso Trezza ingresó por D’Alessandro para marcar la banda izquierda, y el equipo se paró con un claro 4-4-2 a diferencia del 4-2-3-1 utilizado en la primera mitad. Además, se marcó mucho mejor, de manera conjunta y no dejando tantos espacios entre líneas. Ya los chilenos no encontraron tantos espacios a espaldas de los mediocampistas y los laterales estuvieron mucho más resguardados y ayudados en la marca. No es casualidad que ambos levantaran su nivel en la segunda parte del encuentro. Las jugadas para aumentar fueron pocas. Se puede recordar un tiro de Leandro Fernández que contuvo el arquero, un globo del capitán que le quedó corto, y una llegada de Ignacio Lores que no pudo definir sobre el final. En el arco propio casi no hubo jugadas de mucho peligro, pese al dominio del balón de la Católica. Y así se fue el partido.

Se ganó y punto. El partido fue bien de Copa. Estuvo parejo, se metió, se hizo un gol y se cuidó a morir la ventaja. Por primera vez el técnico realizó cambios que colaboraron con el buen funcionamiento del equipo y eso es bueno. Se bajó algo en la producción de ataque. Leandro Fernández no estuvo fino como en partidos anteriores y a D’Alessandro le costó mucho, desde la dinámica, meterse en el encuentro. Ojalá que con el correr de los partidos pueda mejorar y darnos toda la calidad que le conocemos. Brian Ocampo nuevamente fue la figura y un escalón abajo están Gabriel Neves, que jugó muy bien, y el capitán Gonzalo Bergessio, que las corrió todas, las aguantó, metió centros y casi hace un golazo picando la pelota. Lo bueno que se ganó y da tranquilidad para seguir trabajando y mejorando.

¡Arriba Nacional!