En los equipos uruguayos, los zagueros -mayormente el zaguero central- se disputan el capitanato con el «5». Es algo que arranca con la historia.

Es casi como un sello, la defensa central y el mediocampista le dan la identidad al equipo. Como recibiendo un mandato histórico, el que se para ahí, adelante del arquero, tiene la obligación de ser el conductor moral, el de los dientes apretados y la arenga lista en el momento justo. Es un puesto tan identificado con el ser uruguayo -«nacional» en este caso- que es casi impensable situar a un extranjero en esa zona crucial del equipo.

A lo largo de la historia han sido muy pocos los dueños de la zaga tricolor que no hubieran nacido en suelo oriental. Y muchos menos quienes lograron coronarse campeones siendo extranjeros. Podemos contabilizar apenas tres o cuatro: Domingos Da Guia, brasileño, Campeón Uruguayo en 1933, Luis Fazio, argentino, que se coronara en 1939 y 1942, Jorgeao, también brasileño al igual que Da Guia y que fue el zaguero extranjero que más veces obtuvo el Uruguayo: 1998, 2000 y 2001, y en último lugar podríamos ubicar al argentino Matías Rodríguez quien se desempeñó en varios lugares de la zaga y se proclamó Campeón Uruguayo en 2008-2009.

En los último años han aparecido con mayor frecuencia en el plantel tricolor defensores provenientes de otras tierras: Alejandro Cichero (venezolano), los colombianos Flavio Córdoba y Efraín Cortés y el paraguayo Ismael Benegas son algunos de estos ejemplos, que desafortunadamente no han podido coronar su participación con un campeonato.

Recientemente Nacional ha concretado la llegada de un zaguero hondureño, José David Velásquez, que viene precedido de buenos comentarios. Esperemos que el destino lo coloque en el sitial de Da Guia, Fazio, Jorgeao y Rodríguez.

Ernesto Flores

decano.com

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