¿Usted con qué autoridad moral me dice a mí como padre que yo no debo permitir estar a mi hijo acá, o que soy parte de un circo montado por el club?

¿Qué conoce usted de mí? ¿Qué conoce de mi hijo o de sus compañeros y familiares? Le cuento, así quizás entienda algo si la capacidad de razón le da. Fran es hijo de padres separados desde pequeño, pero unidos por él. Damos la vida la mamá y yo.

Le explicó, Franco juega al basket desde la escuelita de Nacional Basketball.

Tuvo la suerte de ser captado por Pablo S. García

en su momento y de inculcarle la pasión por este deporte, de mí mamó el fanatismo por el club.

Este año por obvias razones fue muy difícil para todos por esta pandemia el sufrió mucho. En su categoría practican desde las 15hs hasta las 18:30hs, va y vuelve solo en bus, ¿sabe usted cuántas faltas tiene? Cero, puede llover o tronar que él va a ir porque es fanático, pero sobre todo le apasiona el deporte. El polideportivo siempre decimos con la madre que es su lugar en el mundo.

¿Este año jugaron poco y nada, sabe usted señor Morales como vi el partido de él contra Goes en su cancha? Desde afuera del portón por el agujero de la cerradura y lo único que veía era el tanteador, aun así, les transmitía punto a punto a los demás padres como iba el partido. ¿Usted sabe cómo vi el partido contra Olivol? Por la cantina, en el Polideportivo no pude verlo nunca.

El control estricto del protocolo no dejaba entrar a ningún padre. ¿Sabe usted cuántos partidos de formativas hubo y cuántos casos de COVID-19? Cientos de partidos y cero casos, que se les ocurrió a los grandes cráneos de la FUBB suspenderlo hasta el año próximo.

¿Sabe usted Morales las repercusiones en Franco? Mal carácter, bajas en el liceo, malos modales, ¿eso sabe qué es? No saber controlar la frustración de un hecho que me pone mal, es adolescente, ¿vio? Le aviso que los años anteriores había pasado sin bajas.

Sabe usted el dolor y la desesperación como padres de querer ayudarlo a salir y seguir. No tiene idea señor Morales.

Entonces llegó la noche de antes de ayer un msj en el grupo de padres: «Se está evaluando la posibilidad de contar con algún jugador de su categoría debido a que no tenemos jugadores y el club se ve obligado a jugar ¿Si la posibilidad está quién podría?».

Pensé y contesté: «de mi parte Fran va, mañana luego del liceo se lo pregunto y si la mamá está de acuerdo cuenten con él».

Al llegar del liceo se le planteo y obviamente los ojos se le iluminaron como un faro de felicidad inmensa y dijo: «Claro papá, jugar por Nacional una semifinal».

La mamá también dio el ok al ver la felicidad de él. Porque lo vimos sufrir, vimos su proceso de enojo por la vida por no poder jugar al basket. Vimos sus cambios desde ese momento dónde le privaron jugar sin haberse dado un solo caso de covid en cientos de partidos de formativas.

¿Usted sabe cómo vivió la tarde de ayer hasta las 17:39 que le confirmaron que estaba en la lista? ¿Usted sabe la alegría y la felicidad inmensa que no cabía dentro de él? Usted sabe que no paraba de soñar con cada jugada que podía pasar y que al mismo tiempo me decía, lastima no se va a jugar porque si no lo paran los jueces lo va a parar alguien, porque nadie va a dejar que estos tipos gigantes jueguen contra nosotros.

Franco desde las 17:39 hasta que terminó su día fue el más feliz de su vida. Y usted se cree que yo sabiendo lo que sufrió este año, lo que pasó, ¿le iba a prohibir esa felicidad inmensa que vivió ayer? Usted no entiende nada señor Morales, porque no conoce la realidad de Franco y su familia.

Lávese la boca antes de hablar de mi paternidad o de mi hijo. Hable con sus compañeros Bavosi y Davis que fueron a gritarles a adolescentes de 14 años. Mírese al espejo y bájese del pedestal que cree estar o que los periodistas lo ponen por ser el mejor jugador de basket.

Usted es el mejor jugador de basket del Uruguay por destrozó, pero declarando es un falso moralista que se cree dueño de la verdad. Y usted no conoce mi historia de vida, la de Franco, la de su mamá, y no le permito que me falte el respeto como padre, ni a usted ni a nadie.

Posdata, si se vuelve a repetir la historia mi hijo estará nuevamente, ojalá usted sea él que recapacite y como profesional diga no puedo estar acá en esta situación, tengo un poco de dignidad.

Que pase usted muy bien señor Leandro García Morales.

Ricardo Sacias

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