La muerte súbita en el deporte, especialmente en el fútbol, es una amenaza silenciosa que ha generado creciente preocupación. El fallecimiento de Juan Izquierdo, jugador del Club Nacional de Football, en agosto de 2024, marcó un antes y un después en Uruguay, evidenciando la falta de preparación ante emergencias de este tipo.

El 27 de agosto de 2024, durante un partido de Copa Libertadores frente a Sao Paulo en el estadio Morumbí, Izquierdo se desplomó en el campo de juego en el minuto 83. Fue asistido y trasladado al hospital Albert Einstein, donde falleció debido a un paro cardiorrespiratorio asociado a una arritmia cardíaca. Este trágico episodio conmocionó al mundo y reavivó el debate sobre la salud cardíaca en el deporte.

¿Qué son las arritmias cardíacas?

Gladimir Melo, especialista en cardiología del deporte, explica que las arritmias son alteraciones en el ritmo del corazón, que pueden variar desde leves hasta letales. “Algunas son manejables con tratamiento, pero otras, como la fibrilación ventricular, pueden ser letales, porque el corazón deja de bombear sangre a los órganos vitales, provocando colapsos inmediatos y la falta de oxigenación al cerebro”, señala.

En el caso de Izquierdo, el diagnóstico fue fibrilación ventricular. “Es el tipo más común en casos de muerte súbita. Son múltiples detonantes en el corazón que impiden que este lata con normalidad, lo que lleva a un colapso directo, no llega sangre al cerebro, y el paciente pierde el conocimiento, cae y como se mantiene la arritmia deja de llegar oxígeno al cerebro con lo cual las neuronas que son oxígeno dependientes no empiezan a funcionar”, detalla Melo.

Falta de síntomas previos y los riesgos ocultos

Izquierdo había sido diagnosticado con una arritmia en su juventud, pero bajo control médico continuó jugando al fútbol. “Lamentablemente, muchas veces el primer síntoma de una patología cardíaca es la muerte súbita. Pudo haber tenido pequeños avisos como mareos o dolores en el pecho, pero estos suelen pasar desapercibidos o no ser comunicados”, comenta Melo.

El especialista también destaca que, aunque hay controles médicos para los jugadores, no siempre son suficientes ni uniformes. “En competiciones internacionales como las organizadas por la Conmebol, los jugadores pasan por chequeos rigurosos anualmente. Sin embargo, en Uruguay, la mayoría de los equipos no cumple con estos estándares”, lamenta.

Errores críticos 

Para Melo, el fallecimiento del jugador tricolor pudo haberse prevenido si se hubiese actuado de manera inmediata. “La clave en casos de muerte súbita está en activar la cadena de supervivencia: masaje cardíaco, uso de desfibrilador externo automático (DEA) y llamada a emergencias. Si esto se hace en los primeros minutos, las probabilidades de sobrevivir superan el 90%”, asegura.

Sin embargo, en este caso, hubo errores críticos. “Cuando vi las imágenes, supe de inmediato que era un paro cardíaco. Pero no hubo masaje ni uso del DEA en el momento. Eso marcó la diferencia”, afirma.

“La convulsión que presentó confundió al equipo médico. Es importante saber que los temblores no siempre significan vida; el paciente puede estar en paro”, explica.

El caso Lescano 

Semanas después del fallecimiento de Izquierdo, Diego Lescano, jugador de Wanderers de tan solo 21 años, sufrió una arritmia cardíaca mientras dormía en su casa. A diferencia de Izquierdo, sobrevivió debido a un diagnóstico temprano. “Lo que tuvo Lescano fue diferente. Su arritmia dio síntomas como palpitaciones fuertes, lo que permitió actuar a tiempo. En casos como el de Izquierdo, si ocurre mientras duermes, no te despiertas. La clave está en el diagnóstico temprano y los protocolos de emergencia”, detalla Melo.

¿Cómo prevenir estas tragedias?

Según la Sociedad Uruguaya de Pediatría y Cardiología, los estudios deben comenzar desde los 12 años, con chequeos cada dos años en la adultez. “Los estudios deberían incluir interrogatorios, electrocardiogramas y, si es necesario, ecocardiogramas”, subraya Alejandro Cuesta especialista en cardiología.

Asimismo, manifiesta que el interrogatorio es una herramienta fundamental. Se enfoca en síntomas durante el ejercicio, como pérdida de conocimiento, dolor en el pecho o fatiga anormal, además de antecedentes personales y familiares. El examen físico incluye la exploración y la medición de la presión arterial en ambos brazos. “Son procedimientos sencillos, pero esenciales para detectar cardiopatías”, enfatiza Cuesta.

¿Qué sucede al encontrar anomalías en estudios cardíacos?

“Todo depende del tipo de anomalía que se detecte. Inicialmente, los estudios buscan identificar la arritmia y determinar su causa, ya sea dentro o fuera del corazón, como alteraciones tiroideas”, explicó Cuesta. Según el especialista, el primer paso es un electrocardiograma, que permite identificar irregularidades de forma sencilla y efectiva, para luego profundizar en la causa y seguir un tratamiento.

La incidencia de muerte súbita en el deporte

En Uruguay no hay estadísticas precisas sobre arritmias y muerte súbita en deportistas, pero los datos internacionales ofrecen una perspectiva:

Deportistas escolares: 1 caso por cada 250 mil al año.

Maratonistas de alto rendimiento: 1 por cada 50 mil.

Deportistas amateur: 1 por cada 15 mil.

En futbolistas profesionales, se estima 1 caso por cada 100 mil al año.

Prevención y desafíos en el fútbol uruguayo

Según Melo, Uruguay carece de protocolos estandarizados y controles preventivos adecuados, especialmente en primera división. Aunque programas como Gol al Futuro realizan evaluaciones en divisiones juveniles, estas no se extienden de manera sistemática a todas las categorías.

“La prevención es mucho más barata que el costo de una vida. Un chequeo completo anual cuesta unos 150 o 200 dólares, mucho menos que un día de internación en CTI. Es necesario capacitar a los equipos y extender los controles a todos los deportistas”, afirma Melo.

El problema no es solo de protocolos, sino también de recursos y capacitación. “Hoy en día, los clubes no están capacitados. La AUF tiene un montón de DEA esperando a que los equipos los retiren para hacer el curso de dos horas, pero pocos lo hacen. No sé cuántos planteles llevan un DEA a la cancha, creo que no muchos, no sé si alguno. Y con eso te digo todo. Hay que llevarlo, porque nunca pasa hasta que pasa, y cuando pasa, es el 100%”, lamenta Melo.

Actualmente, Uruguay cuenta con el Programa de Prevención de Muerte Súbita en el Deporte (Premude), que junto a Gol al Futuro, evalúa a jóvenes deportistas mediante interrogatorios, exámenes físicos, electrocardiogramas y ecocardiogramas. “Este programa detecta signos de alarma y busca reducir el riesgo en el deporte competitivo”, asegura Alejandro Cuesta.

Finalmente, Cuesta no quiere dejar pasar por alto un mensaje que no solo está dirigido a los deportistas y profesionales del fútbol, sino también a la población en general: tus manos pueden salvar vidas. La capacitación en reanimación cardiopulmonar es sencilla, y al aprender los pasos básicos, cualquiera puede actuar con confianza en una emergencia. “Es increíble lo que se logra cuando alguien se anima a intervenir; realmente puedes salvar vidas con tus manos. Suena milagroso, y lo es”, enfatiza.

Tanto él como Melo coinciden en que la clave está en la rapidez de la respuesta, el uso de desfibriladores y la correcta identificación de un paro cardíaco. “El diagnóstico es sencillo: si la persona no responde al llamado, no despierta y respira mal o no respira, es un paro hasta que se demuestre lo contrario”, concluye Melo.

Vanesa Baliero

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