Amor, atletismo y Nacional

En cada paso que dan, Miguel Romero de 89 años y Alba Sampallo de 90, demuestran que el corazón no envejece, que la pasión no tiene fecha de vencimiento y que vestir la camiseta de Nacional es un compromiso que puede durar toda la vida.

Alba y Miguel están casados desde hace 55 años y, desde 2010, corren por el Club Nacional de Football en la categoría máster del atletismo. Se especializan en pruebas de velocidad: 100 y 200 metros. A su edad, no solo siguen compitiendo: también siguen ganando.

“Lo tengo claro porque salió un aviso chiquitito en El País donde decía que los veteranos que querían ir a la pista de atletismo tenían que anotarse en Asavur”, recuerdó Miguel sobre aquel junio de 2008, cuando dio el primer paso. Un mes después, convenció a Alba para que lo acompañara. “No me gustaba, había hecho un poco en el liceo y nada más”, confesó ella a Analia Filosi para El País. 

Durante un tiempo corrieron por Cavemont (Círculo de Atletas Veteranos de Montevideo), hasta que en la pista Miguel vio a un atleta con la camiseta de Nacional. “Le pregunté de dónde la había sacado. Resultó que se había armado un grupo en el club. Nos sumamos sin dudar”, recordaron. Desde entonces, defienden los colores del club del que son socios de toda la vida: Miguel hace 72 años y Alba hace 66.

Actualmente entrenan dos veces por semana en la Pista de Atletismo del Parque Batlle. Participan cada año del Campeonato Nacional y representan al país en competencias internacionales. En el Sudamericano Máster de Lima (2023), Alba fue medalla de oro en 200 metros con récord incluido, y bronce en 100 metros, además de portar con orgullo el pabellón uruguayo por ser abanderada. Miguel también subió al podio ya que obtuvo el bronce en 100 metros. “Yo soy velocista, pero lo que me importa es llegar, no me interesa cuánto pongo”, afirmó Alba.

El próximo gran objetivo es el Sudamericano de Santiago de Chile, en noviembre de este año. “Ya dijimos que vamos a estar. Que nos inscriban seguro”, dijo Alba con una sonrisa. A su edad, cada competencia es una celebración de la vida, pero también de disciplina y voluntad.

Ambos cuidan su salud con compromiso. Se realizan controles médicos completos una vez al año y van al cardiólogo cada seis meses. “Ya jubilamos a tres cardiólogos”, bromeó Miguel, y agregó que el cuarto los mandó a hacer electro de fuerza, que antes hacían esporádicamente. También prestan atención a su alimentación: “No comemos sal ni azúcar. Nos cuidamos, no tenemos estrés. Y acá estamos, la seguimos contando, como le gusta decir a Miguel”, concluye Alba.

Para ellos, la clave está en mantenerse activos y conectados: entrenan, hacen aparatos, disfrutan del cine, del teatro y de ver al club de sus amores, a veces en el Gran Parque Central y otras por televisión.

A los 90 y 89 años, esta pareja sigue entrenando, compitiendo y soñando. Comparten la pista, la vida y el amor por Nacional. No buscan fama ni aplausos, pero inspiran porque lo suyo es una lección de constancia, de humildad y de esperanza.

Vanesa Baliero

Foto: El País