A Jardines, sin violencia

El sábado nos toca salir de nuestro ambiente. No jugamos en el Parque, nuestra casa, el lugar donde nos sentimos cómodos y afianzamos nuestra identidad.

Tampoco vamos al Estadio Centenario, esa casa alternativa de la que también hemos sabido “adueñarnos” y vivir en ella grandes momentos.
 

Tenemos que ir a Jardines del Hipódromo y oficiar de “visitantes”, aunque, como siempre, superemos en número a la hinchada rival. En este caso habrá buena concurrencia de los dos lados por cómo se viene desarrollando el Torneo Apertura. Nacional lidera la tabla en forma compartida y a sólo dos puntos se ubica Danubio. O sea que el partido del sábado puede definir la punta del campeonato. Además, el rival llega invicto y consiguiendo buenos resultados. Jardines se llenará.

Será un duelo en el que, por otra parte, aparecerán condimentos especiales. El principal de ellos o más novedoso será la presencia de Nacho González con la camiseta tricolor, enfrentando al club que lo vio nacer y lo formó, y cuyos hinchas no están muy contentos con la opción profesional que hizo el jugador. Por lo tanto, habrá que protegerlo, apoyarlo y ofrecerle todo el aliento sin por ello agredir o provocar al rival. Como ya se ha hecho con el Chino Recoba, otro futbolista surgido en la Curva de Maroñas y que, por su opción tricolor, ha generado rencores en la parcialidad danubiana. Como se alentó y respaldó al Chino en su momento, habrá que hacer lo mismo con Nacho, siempre dentro de un clima de respeto, sin violencia.

El mismo clima de respeto con el que debemos concurrir el fin de semana a hinchar por el Bolso, demostrando con una buena conducta de hinchas que la cultura Nacional está intacta, existe y contribuye a que el fútbol sea un deporte del que se puede disfrutar en familia.
 

Se puede ser más que el rival en las tribunas cantando más fuerte, poblando de más color el escenario que nos recibirá, alentando de principio a fin y, sea cuál sea el resultado final, volviendo a casa con la conciencia tranquila que como hincha se hizo todo lo que estuvo a nuestro alcance. Siempre dentro de las reglas de convivencia porque, no olvidemos nunca, que “al Bolso lo hace grande su gente”.
 

Analía Filosi