En un año muy difícil, en el que se sufrió una de las peores tragedias que puede tener un plantel, como lo es el fallecimiento de un compañero, el Bolso termina el año con triunfo y habiendo quedado invictos en clásicos.
Del partido hay poco para analizar. Fue un partido muy duro de encarar, sabiendo que las chances eran mínimas, casi nulas. Para colmo de males el partido de nuestro tradicional rival comienza con un gol antes del minuto de juego. Las energías y la fuerza anímica brillaron por su ausencia. El rival se puso en ventaja merecidamente, y recién sobre el final, con los gurises en cancha con ganas y hambre de tener minutos, se pudo dar vuelta el resultado para finalizar con una mejor imagen en casa.
Lo dicho en el encabezado, este plantel tuvo que reponerse a una tragedia de las de verdad. La pérdida de un compañero que estaba disputando un encuentro a la par de ellos. Y eso claramente es una marca difícil de superar. Hoy no es tiempo de reproches, ni de buscar culpables. Que seguramente además de mencionado anteriormente, existen y habrá que analizarlos para corregir y mejorar. Hoy es tiempo de apoyar, de ser lo que nos caracteriza como la mejor hinchada de este país. Hoy más que nunca, ¡Nacional para todo el mundo carajo!
Y por cierto, a vos que hoy festejas, sabés perfectamente que el saborcito de este campeonato no es el mismo, porque a papá no le pudiste ganar en todo el año. ¡Nacional Nacional!
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