Se ganó como se pudo y quedamos primeros en la Anual y el Clausura a una fecha del final.

4-4-1-1. El Bolso cambió la disposición táctica y la constitución del equipo buscando mayor profundidad sobre la última zona. Gonzalo Barrientos ingresó como enganche por delante de una zona de cuatro volantes, siendo Santiago Rodríguez el encargado de jugar por la banda izquierda en lugar de Gonzalo Castro. 

Por derecha Matías Zunino y los dos volantes fueron Rafa García y Felipe Carballo. En punta lo hizo Gonzalo Bergessio. La línea de fondo tuvo la única modificación de Mathías Laborda por Guzmán Corujo que estaba suspendido. 

El partido comenzó de la mejor manera y al minuto ya estábamos ganando. Pero Nacional no estaba sólido en defensa y cuando hablo de defensa me refiero a todo el equipo. Se presionó de manera descoordinada y les ganaron las espaldas con pases filtrados a García y Carballo todo el tiempo. Por las bandas encontraban espacios. Faltó coordinación y presión en conjunto para que Rampla no llegara a la última zona. Así fue que vino el empate que rápidamente encontró la ventaja tricolor para irnos al descanso en ganancia, pero con los nervios de no estar jugando bien defensivamente.

Ping pong. El segundo tiempo no tuvo mediocampo. Rampla se adueñó del juego y del esférico, los volantes tricolores no lograban cortar en zona media y los ataques terminaban casi siempre en el área del Decano. Pasaba lo mismo a favor, aunque los ataque fueron en base a impulsos personales y no a jugadas hilvanadas. 

Los nervios jugaron su papel y cada vez que nos pusimos en ventaja, Rampla Juniors lograba empatar aprovechando el mal juego tricolor. Nos salvó la clase de Barrientos y Seba Fernández que en una avivada lograron convertir el gol del triunfo que se festejó y mucho.

Primeros en ambas tablas. Lo único para rescatar es el triunfo y haber logrado la punta en ambas tablas a falta de una fecha para el final. Hay que mejorar y mucho. Hay que trabajar mejor defensivamente, de manera conjunta y no a impulsos personales. Lo mismo en ofensiva. Queda un partido y hay que ganar como sea, pero jugando como hoy se hará cuesta arriba contra cualquier rival. 

Los nervios se pueden entender, pero son jugadores del Club Nacional de Football y deben estar a la altura. Lo mismo para el DT que por momentos no da la seguridad y la tranquilidad necesaria. Ojalá salga todo como esperamos y el domingo estemos festejando el pasaje a las finales.

decano
Diego Ávalo

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