Nacional igualó 1-1 y sigue sin ganar en el Apertura.
El Decano empató ante Racing en el Estadio José Nasazzi. El bolso salió al campo de juego con el 4-2-2-2 que adelantábamos. Cardacio un poco más retrasado que Carballo en el doble cinco, el primero era el que retrocedía para comenzar la jugada en la mayoría de ocasiones. Lorenzetti por izquierda y Santi Rodríguez por derecha fueron los volantes, ambos con tendencia a cerrarse y jugar por dentro, sobretodo el argentino nacionalizado chileno. Nacional sintió la poca proyección de los laterales en ataque.
El primer tiempo fue trabado, casi sin ocasiones de gol. El conjunto de Domínguez fue lento, predecible y no tuvo muchas ideas en ataque. Tampoco ejerció esa presión alta que mostró en los amistosos ante River o Seattle Sounders. Viña se hizo cargo de la salida de balón, pero estuvo muy impreciso con la pelota. El equipo abusó de los pelotazos y estuvo muy erróneo en los pases. Santi Rodríguez fue el más desequilibrante de la primera etapa.
En el segundo tiempo los tricolores salieron con otra intensidad, ritmo y fluidez, pero seguían faltando variantes en ofensiva. La entrada de Brian Ocampo en lugar de Sebastián Fernández en el entretiempo fue muy positiva y generó muchos problemas en la defensa rival. Cambiando de punta permanentemente con Santi Rodríguez, el extremo campeón de la Libertadores sub 20 le dio desborde y velocidad al equipo. El Decano pasó a jugar con un 4-2-3-1 con Lorenzetti de enganche y Rivero como único 9.
Minutos después Bergessio entraría por un Felipe Carballo que hasta ahora no está mostrando su mejor nivel futbolístico. También ingresaría Chori Castro por Lorenzetti, otro de no muy buen partido. Con tantos nombres de ataque, Cardacio quedó muy solo en el medio, algo que Racing entendió y lo aprovechó muy bien. A los 78’, Nicolás Sosa, que había ingresado minutos antes, anotó el 1-0 parcial para los cerveceros. A los 87’, Brian Ocampo sacó un derechazo infernal para colocar el empate definitivo.
Es un empate que preocupa por resultado y por juego. No hay funcionamiento, no hay solidez defensiva y tampoco hay efectividad en ofensiva. Lo que queda es aprender de los errores para no perder más puntos. Ojalá que esto cambie, y rápido.
Rodrigo Goldaracena
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