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Juan dijo:

Hace un tiempo, horas después del gol que más grité en mi vida – y que creo innecesario mencionar – escribí acá en el Talud algo que incluso fue compartido en la página de inicio. Mi vieja, la Lola, “Bolso como ella sola” como bien dice un canguro de Nacional que le regalé para sus sesenta el año pasado, había pasado casi una década sin venir a un clásico. Y es que Rivera queda lejos, no hay vuelta. Posterior a la derrota clásica más dolorosa que recuerde le dije, “vieja, te venís, te venís a ganar el que viene”. Y lo hizo. En la Olímpica deliramos juntos con el zurdazo del Chino y desde entonces, coincidente con la racha de invictos, no la dejé faltar a ningún partido. Tampoco es un esfuerzo. Su amor por Nacional es lisa y llanamente inconmensurable. Este clásico no fue la excepción. Pese al laburo y a no sentirse bien del todo se tomó el ómnibus a mediodía desde Rivera e hizo 500 kilómetros para llegar a Tres Cruces a las siete de la tarde y volverse a medianoche para otros tantos 500. Caminando nos fuimos al Centenario. Mi abuela, su mamá, una bolsilluda de ley que se nos fue hace unos años pero que aún extraño cada día, ayer, 5 de abril, habría cumplido 92 años. Perder el día de su cumple no me entraba en la cabeza. Con el trámite sufrido, remándola con más huevo que fútbol o ideas, pensaba mientras se escapaban los minutos: “dale, Abu, hoy no podemos perder, no me jodas”, y por un segundo el número 92 se me pasó por la cabeza. El golazo de Aguirre mientras transcurría el segundo minuto pasados los 90 lo grité con bronca y mirando al cielo, donde pude ver entre las luces del estadio y el empañe de los ojos una estrella, allá, solita y vibrando de emoción junto a una Colombes que se partía al medio. ¡FELICES 92, VIEJITA! ¡ESTE LO HIZO AGUIRRE TODO, TODITO PARA VOS!

y lo dijo el Jueves 6 de Abril a las 15:39 desde Shangrilá

Juan 44 dijo:

Ayer entré al Talud dos minutos y lo único que leí fue un mensaje de REY LAGARTO BOLSO arengando al Coco Conde sin medias tintas. "Hoy te convertís en héroe, ¿me escuchaste? ¡Te convertís en héroe carajo!" Fue casi que una revelación. Jamás había estado tan seguro de que un golero atajaba un penal como lo estuve con el primer penal de Corinthians. Me pasé todo el partido frente a la tele repitiendo en la cabeza y en voz alta que el Coco se convertía en héroe. Llamé a mis viejos a Rivera y les dije: "Un flaco del Talud dijo que hoy Conde se convertía en súperman, y yo le creo." Gracias, Lagarto, quien quiera que seas, porque con esa pavada de mensaje me recordaste que sí se puede y que las cosas se decretan. La felicidad que siento es inexplicable. No dormí, soñé una y otra vez con el partido. No paro de pensar en el guacho que el viejo le regaló la ida al partido y lo que deben haber vivido juntos. Seguro que esbozó una sonrisa cuando en el control de seguridad de Guarulhos le preguntaron si traía algo en el bolsillo...

y lo dijo el Jueves 5 de Mayo a las 12:43 desde Malvín

¿Quieren algo más elocuente sobre la diferencia entre nosotros y los de enfrente que el césped de las canchas? Se muestra como una poderosa analogía. En el Parque, por fuera de las líneas un poco más irregular. Dentro, lisa y llanamente un billar. Allá en la ruta, por fuera césped sintético, verde, perfecto pero inerte e inútil. Dentro, amarillento, quemado e irregular. Claramente cada club le da importancia a cosas distintas. Lo de adentro, lo real, lo que importa, o, lo de afuera, lo secundario, el humo, el humo, el humo...

y lo dijo el Martes 12 de Abril a las 22:18 desde Montevideo

PLAYABOLSO13 dijo:

En eso, hace unos días, mi vieja desde Rivera me llama por teléfono y me dice que sacó Olímpica. Largos años (más de 10 pudimos calcular) hacía que un clásico no recibía en su cemento a quien probablemente esté entre las futboleras y nacionalófilas más sabias y delirantes de este país.Era el primer paso. Venía la vieja, y eso es como arrancar 1 a 0."Por la 15 no, por la 13", nos dice a mí y a mis amigos cuando amagamos a la primera puerta de la Olímpica. "Toda mi vida entré por la 13", insistió. "Qué cosa, che, ¿si igual nos vamos contra la Colombes después no queda a trasmano?" le dije, pero no hubo caso."Dale, entramos por la 13 entonces. La de tu cumple y la del Loco. ¿La de la yeta?"Desde el penal (que no miré) quedé mareado. No sentía las piernas. No quería perder. "Calmate, chinito", me dice mi vieja. Yo cada tanto cantaba con el pulmón que me quedaba. "No cantes si estás mareado, sentate y calmate que te va a dar algo"."Vos no hiciste 500km para esto, ma. No podemos perder así..."Se llevó una crucecita de San Francisco a la boca y me recordó que la camiseta que traía puesta se la había bendecido el Papa Francisco en el Vaticano hace menos de un mes. Ella tuvo toda la fe que yo no lograba encontrar porque no creo mucho en esas cosas.Minuto 45, córner. Sigo mareado. "Lo quiero empatar, solo empatarlo por favor", le dije al oído. Chino, Mama, Papelito, red. Y lloré. Lloré por dos o tres minutos sin parar. Besaba el escudo de la camiseta, la bandera, a mi vieja, a mis amigos y hasta al gordo que no conocía. Volvía a sentir las gambas y la sangre me hervía.Falta. Es la última. Chino. "Ahora lo quiero ganar. Vieja, agarrame que si lo hace me muero acá nomás". "Calmate por favor. Calmate, que lo va a hacer y te va a dar algo de verdad", me repetía. Nos abrazamos con la bandera en las manos y el corazón que me latía en las orejas.Chino, Chino, Chino... GOL. Salté y me caí entre las butacas y el delirio de una Olímpica entera. Volaron al carajo los lentes de sol que le había robado a mi hermano. Y ahí nomás, tirado entre papeles y bolsas de colores, apretando la bandera contra los ojos rojos, sin poder gritar siquiera porque la voz me fallaba y viendo el delirio de mi madre y de mis amigos, entendí más que nunca y por millonésima vez que ahí, exactamente ahí, estaba la felicidad. No lo podía creer entonces, y sigo sin poder creerlo ahora.Otra vez el Bolso. Otra vez el Chino. Otra vez de atrás. ¿Pero así? No, así nunca. Así no se puede. Así es ilegal.La tarde de ayer que compartí con mi vieja será sin dudas uno de los recuerdos más fuertes que conserve de los dos juntos por el resto de mi vida. Hasta ese punto llega tu magia, Chino. Hasta ese punto y más allá.Jamás volveré a entrar a un clásico por otra puerta que no sea la 13. GRACIAS, BOLSO. VOS SÍ QUE SOS LA VERDADERA PUERTA DE ENTRADA AL MUNDO DE LOS SUEÑOS IMPOSIBLES.

y lo dijo el Lunes 10 de Noviembre a las 18:36 desde MONTEVIDEO




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