Cándido con un golazo y el gran nivel de Rochet fueron los puntos más altos de Nacional.
Sergio Rochet: Fue fundamental una vez más. Tapó tres goles rivales. Uno a Renzo López en la primera parte, más el mano a mano de Nicolás Dibble, y el remate de Nicolás Olivera. Mantiene un nivel altísimo.
Armando Méndez: Durante la primera parte no tuvo problemas en su sector defensivo, y se proyectó cuanto pudo. En el segundo tiempo, si bien tuvo algunos problemas en su zona, fue buena opción para los tándems al ataque.
Nicolás Marichal: Tuvo una tarde complicada. Perdió más de lo que ganó, principalmente en el juego aéreo con López, y le sumó en la segunda parte un error grosero que pudo costar un gol del rival.
Diego Polenta: En la primera parte se mostró solvente, en marca y en juego como primer apoyo. Sin tener un gran juego, fue factor importante para empujar en el final al equipo. Le costó cuando lo sorprendieron en velocidad.
Camilo Cándido: Convirtió un golazo y concretó uno de sus mejores partidos con pelota desde que está en Nacional. Tuvo pocas chances para ir al fondo del campo, debido a que el rival volcaba mucho el fútbol ofensivo por su zona. Cumplió un buen encuentro.
Diego Rodríguez: Hizo un notable trabajo en la recuperación de marca durante la primera etapa. El tándem junto a Felipe Carballo funcionó notablemente. Condicionado por la tarjeta amarilla no repitió en la segunda etapa, y ante el riesgo que generaban las contras rivales, el técnico lo reemplazó.
Felipe Carballo: Otro que tuvo un buen partido, principalmente en la primera etapa. Con pelota, llegando a tener su chance clara de gol, recuperando muchos balones, y en los relevos defensivos. Terminó el partido marcando prácticamente solo en el medio, y se la bancó bien.
Matías Zunino: Intentó generar circuitos por su sector con Méndez y Maximiliano Cantera, resaltando, sobre todo, en las ayudas defensivas y la dinámica para buscar sus espacios en los minutos que estuvo en cancha. Se retiró lesionado en el primer tiempo, reemplazado por Brian Ocampo.
Alfonso Trezza: La entrega de siempre, pero con poca participación en los circuitos ofensivos del equipo. No pudo encontrar su lugar en el tiempo que estuvo en cancha. Lo reemplazó Santiago Ramírez.
Maximiliano Cantera: Siempre fue la primera opción a la hora de recuperar el balón. Atento para buscar circuitos de juego y retener la pelota. Pese a eso, no pudo aportar soluciones en los metros finales, ni definiendo la jugada, ni encontrando a un compañero.
Gonzalo Bergessio: Bajó a buscar, bajó a postear, pero recibió poco arriba. No pudieron colocarlo de cara al gol nunca. Si acaso lo intentó en alguna pelota quieta. El último pase no funcionó, ni para él ni para nadie.
Brian Ocampo: Tuvo algunos momentos donde encaró y ganó con pelota contra uno y más de uno. No debería tener tantos baches para salir a pedir el balón y desnivelar como puede.
Leandro Fernández: Calentó a varios rivales, afuera y adentro. Jugó por detrás de Bergessio y la quiso, sin poder ser desnivelante. Aún se espera mucho de su juego.
Andrés D’Alessandro. Le tocó ingresar y jugar de doble cinco, buscando una salida más prolija, y algún pase punzante. Comenzó impreciso, pero logró mejorar y ser importante hacia el final, con carpeta y experiencia.
Santiago Ramírez: El debut goleador más importante que podía tener. Cuando el partido se iba, cuando ninguna chance aparecía, encontró un gol importantísimo para el Bolso y para él.
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