La pandemia obliga a los planteles a cumplir con una operativa distinta a la llevada a cabo normalmente en los clásicos.
Se juega un nuevo clásico, el tercero en contexto de pandemia y continúan surgiendo aspectos a los que hay que acostumbrarse. Principalmente los que tendrán que hacerlo son los actores principales en este caso, que no podrán concentrar –ciclo importante previo a un encuentro de esa magnitud-, y deberán llegar al estadio de manera particular.
Pero esto no rige solamente para los partidos entre Nacional y Peñarol. Se trata de un protocolo propuesto este año por el Ministerio de Salud Pública (MSP), que claramente genera una modificación en los hábitos de jugadores, técnicos y hasta funcionarios de cada club.
Sin concentraciones, sin meriendas compartidas, con las charlas técnicas al aire libre, y vestuarios usados en grupo y con distanciamiento social (sin posibilidad de ducharse), así es la nueva normalidad del fútbol uruguayo.
Clásico
En condiciones normales es impensado no concentrar previo a un clásico, que en algunas ocasiones se hace hasta por más de un día. Son horas previas que se viven con mucha intensidad, motivación, y se promueve la unión grupal.
Además, al momento de partir hacia la cancha, habitualmente se da con el acompañamiento parcial de los hinchas, haciendo sentir el aliento.
Nada de esto será posible en este clásico. Evidentemente los jugadores no concentrarán y se reunirán por la tarde del miércoles en la Ciudad Deportiva de Los Céspedes para finalizar los trabajos previos para el encuentro y trasladarse hasta el estadio. El trayecto hasta Mangangá será en dos ómnibus, ya que no pueden viajar más de 25 personas por bus.
Operativo
Si bien el partido será sin público, dispondrá de 563 efectivos policiales en el operativo de seguridad. Los controles policiales comenzarán a las 15:00 horas, y se instalarán en las diferentes vías de acceso que tiene el escenario deportivo.
Se prohibió el ingreso de banderas a las tribunas para evitar el ingreso de los hinchas de Peñarol. Cabe recordar que el clásico pasado entraron a colgar banderas y se quedaron hasta el minuto 90’.
Por otra parte, respecto al clásico anterior, se redujo la cantidad de dirigentes que pueden ingresar a los estadios. Son solamente 50 personas por club, contando jugadores, técnicos y allegados.
Enzo Correa
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