Tu nombre me sabe a euforia

Y a locura desatada y mueca de asombro. Tu nombre, Álvaro Alexander Recoba, está unido a la más evocable historia del Nacional de este siglo, que pinta para también ser tricolor.

Cosas de estos tiempos. A los grandes talentos sudamericanos se les hace cuesta arriba figurar en los récords de sus clubes, como los futbolistas con más partidos disputados, o mayor cantidad de clásicos ganados, goles convertidos o títulos conseguidos. En general, esas cifras y esos aportes pasan a lucir en las vitrinas de algún club europeo. Pero al “Chino” le dio el resto para volver y escribir un par de postales de esas inolvidables, de las que el hincha no solo atesora, sino que, de tanto en tanto evoca. Recoba es un ganador en Nacional, porque ganó más de lo que le tocó perder, pero también ayudó -y mucho- a meter con justificado derecho a un equipo tricolor, entre los mayores hitos de la historia clásica de Uruguay. Cuando todo hacía pensar que ya nada ni nadie igualaría la hazaña de la mayor goleada clásica, la inconciencia, la irreverencia y los enormes huevos de un grupo de bolsilludos, entre los que se encontraba este genio, le dijeron a la historia “Pare un poquito, Hay lugar para uno más”. Gracias “Chino” por aquel 9 de noviembre, que ya perdió el año porque no lo necesita. Será irrepetible y le alcanzará con la fecha para evocarlo.

Ernesto Flores

decano.com