Te pego arriba y abajo

Cuando Martín Vázquez se acercó, tarjeta en mano, al botija Barcia, fue como un deja-vú de la 11ª fecha del Apertura 2012. En aquella ocasión fue Gonzalo Bueno quien se perdería el clásico de Primera

Leandro Barcia es el goleador de una Tercera División que se encamina al bi campeonato. Lleva quince goles anotados que lo colocan al tope de la tabla del Campeonato Uruguayo. Sus anotaciones fueron muy importantes para ayudar a redondear los 22 puntos que ubican al tricolor como líder del Clausura junto a River Plate y como único puntero de la Anual, con 61 tantos.

El pasado sábado «Lea» logró su ansiado debut en Primera. A los treinta minutos de la segunda mitad tomó el lugar del peruano Rinaldo Cruzado. Cinco minutos después, en una jugada sin muchas pretensiones, Barcia recibió una injusta amonestación por una falta inexistente. De esta manera, Martín Vásquez le quitó al goleador la posibilidad de disputar el clásico, ya que «Lea» arrastraba cuatro tarjetas de la Tercera. No podrá ser el delantero desnivelante que venía siendo en la reserva ni tendrá la ocasión de ser un recurso de ataque en el equipo principal.

Esto nos recordó una situación similar con diferentes protagonistas y la misma exageración de por medio. El 3 de noviembre de 2012, por la décima fecha del Apertura se enfrentaron, en el Gran Parque Central, Nacional y River Plate. El árbitro en aquella ocasión fue Fernando Falce y el futbolista expulsado, Gonzalo Bueno. Gonzalo fue amonestado por una falta a los 72´y, por protestar la acción, recibió una nueva tarjeta amarilla y la consiguiente roja dos minutos después. «El Zorrito» venía con la pólvora seca, había marcado dos goles -Defensor Sporting y Cerro Largo- en las primeras fechas y luego había caído en una racha negativa. En la novena fecha -previa al partido de la expulsión con River Plate- Bueno había marcado los dos goles tricolores en el encuentro ante El Tanque Sisley. Pasado el clásico del que fue torpemente radiado, continuó con sus goles, convirtiendo ante Juventud y Progreso.

Siempre nos quedará la duda de qué suerte habría corrido Gonzalo Bueno de haber tenido la oportunidad de disputar ese partido ante Peñarol, máxime teniendo en cuenta el antecedente por el Apertura 2011, que lo ubica como autor del gol del empate transitorio y es en una recarga de él -la última del partido- donde sobreviene el penal que Álvaro Recoba transformaría en gol para otra remontada tricolor.

Sin la intención de sentirnos perseguidos, creemos que los árbitros deberían velar más por el espectáculo, y esto no se obtiene radiando del mismo, con decisiones desmesuradas, a quienes pueden hacer más por embellecerlo.

Ernesto Flores

decano.com