Es la gran decisión que debe tomar Martín Lasarte.
Nacional jugó como visitante la semana pasada ante el equipo brasilero de Chapecoense y consiguió un punto que ahora deberá reafirmar en nuestra cancha. De nada servirá ese empate si el jueves no se consigue el triunfo.
En tierras brasileras Martín Lasarte paró un 4-4-2, con un mediocampo combativo y poblado, tratando de frenar los ataques del rival. Chapeonse a diferencia de la mayoría de los equipos brasileños, no se caracteriza por la tenencia de pelota y la paciencia para buscar espacios. Es un equipo más directo, más incisivo que utiliza muy bien las bandas y por allí intenta el desborde y el centro al área para su peligroso centrodelantero.
Para este partido surge el inconveniente de la suspensión por acumulación de “amarillas” de Diego Arismendi, jugador importantísimo tanto en la marca como en el juego aéreo. Y allí me quiero detener. El equipo catarinense tiene jugadores de buena estatura que van muy bien de arriba, y en ese sentido se pierde mucho con la ausencia del «Mama». Además estaba teniendo un gran momento futbolístico, sosteniendo al equipo desde la defensa en el medio de la cancha, y empujando permanentemente a sus compañeros al ataque.
Los posibles sustitutos parecen –según información compartida en nuestro portal- estar entre Sebastián Rodríguez y Gonzalo Porras. También se manejó la posibilidad del ingreso de Tabaré Viudez, pasando a Álvaro González al doble cinco con Santiago Romero. Pero me inclino por las dos primeras opciones. Creo que de ellos (Rodríguez – Porras) saldrá el sustituto de Arismendi ya que Viudez viene de unos días de inactividad y no creo que se arriesgue poniendo a un jugador que no está al 100 %. Además, con Tabaré el equipo perderá contención por la banda y ese es un fuerte de nuestro próximo rival.
Con Gonzalo Porras se mantiene en cierta manera la estructura defensiva, ya que la principal característica en su juego es la marca al igual que con Arismendi. Con Sebastián Rodríguez se pierde algo de marca pero se gana -y mucho- en control y distribución de la pelota. Y esto jugando de local, y con el equipo posicionado unos metros más adelante de lo que lo hizo en Chapecó, puede ser importante. Habrá que ver a que opción recurre el técnico.
Nacional necesita de una victoria para encaminar la clasificación a la siguiente ronda, de todas maneras no creo salga desesperadamente en busca del triunfo. Chapecoense es un equipo rápido de contragolpe, muy vertical y punzante, por lo que si bien hay que salir a ganar no hay que descuidar la solidez defensiva. Esperemos las cosas salgan de la mejor manera, y se logre el triunfo que nos deje en las puertas de la clasificación.
¡Arriba Nacional!
Diego Ávalo
decano.com
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