Que vuelva Kevin

De visita y por Copa, lo que mejor le sienta.

Hace varios partidos que Kevin Ramírez no es el jugador al que todos elogiamos por su rendimiento. Sus carreras en velocidad, sus desbordes y sus llegadas al gol han estado bastante ausentes en los últimos partidos. El momento más notorio para el hincha ha sido la noche del encuentro clásico, pero varios factores incidieron para ello.

Kevin llegó al partido clásico muy exigido desde el punto de vista físico, con poco fútbol por una inoportuna lesión y, tras su retorno ocurrido ante El Tanque Sisley en el Atilio Paiva de Rivera, un muy doloroso y rebelde esguince de pie lo ha tenido a maltraer. Ramírez jugó el clásico infiltrado para poder soportar el dolor y con falta de competencia futbolística.

Días después ante Montevideo Wanderers tuvo otro opaco partido pero a poco del final recibió una excelente habilitación de Diego Arismendi, desbordó y puso una precisa pelota para que Hugo Silveira marcara el gol del triunfo ante un rival que hasta ese momento nos seguía a tan solo un punto en la tabla del Apertura. Es poco para todo lo que le ha dado Kevin Ramírez a Nacional. De eso no hay duda alguna.

Lo mejor del delantero -convertido en carrilero por Gustavo Munúa- ha sido cuando a su frente ha tenido el espacio suficiente para lanzarse en largas carreras donde su velocidad termina imponiéndose si el rival no toma las debidas precauciones.  La participación de Kevin por el carril izquierdo y la de Barcia por el derecho fueron decisivas para la excelente última Copa Libertadores disputada por Nacional.

El martes el Decano volverá a jugar fuera de fronteras por Copa; otra vez Kevin Ramírez volverá tener frente a si más de 60m para lanzarse en velocidad y volver a ser que fue hace muy poco tiempo. Nacional lo necesita y él también.