No había mejor camiseta

Desde San Pablo elegimos estas palabras del periodista y comentarista Mauro Beting como un homenaje más a Juan Manuel Izquierdo.

El posteo de Beting en Instagram:

Si ese era el destino de Izquierdo, que sea en la cancha. Jugando y peleando. Con el debido respeto a familiares y amigos, que fuese vistiendo la camiseta de Nacional. Linda y celeste como la uruguaya. Y que fuese en el campo de un rival tan cercano a casa. Morumbi, que desde hace más de 50 años es de Forlán, Pedro Rocha (el mejor de todos), Darío Pereyra y Lugano.

Tricolor celeste que, por la identificación de estos ídolos con São Paulo, se convirtió en un rincón charrúa. Un protectorado del manto tan tricolor como celeste. Embajada de Uruguay en São Paulo. Y tenía que ser del corazón. Lo que más tiene el jugador uruguayo. A veces hasta el punto de “no saber jugar” y mucho menos perder. Salir a “pelear” más que para el juego.

Se ha dicho que los uruguayos se atan los zapatos con las venas. Jô Soares (famoso conductor de televisión, escritor, humorista brasileño, fallecido en 2022) decía que el mejor dopaje del mundo era apretar la camiseta de la Celeste olímpica y beber su sudor.

Izquierdo deja en el campo de los sueños a su esposa y sus dos hijos, uno de ellos de 14 días. “Peleando hasta lo último”, como escribió Selena. Como describimos al uruguayo en todos los enfrentamientos importantes. Si así debía ser, no había mejor lugar. Mejor camiseta para usar. Mejor club al que enfrentar.

Mauro Beting