Un 22 de marzo, pero de 1901, Nacional iniciaría su recorrido definitivo dentro de la U.A.F.L. (“The Uruguay Association Foot-ball League”, hoy A.U.F. “Asociación Uruguaya de Fútbol”).

Al  fundarse la U.A.F.L., un 30 de marzo de 1900, Nacional solicita su ingreso a la “League”, pero este es rechazado debido a su conformación criolla.

Casi un año después, “los Nacionales” vuelven a la carga e inician un difícil camino, narrado así por uno de sus fundadores:

Cuando redactamos nuestra nueva solicitud nos sentíamos discípulos de Maquiavelo. Creíamos haber cubierto, y con exceso, los requisitos exigidos para que nosotros, simples estudiantes, cuya mayoría no hablaba inglés, ninguno tenía apellido gringo ni asistido a sus colegios, estuviéramos a su altura de “milores”. Hasta adelantamos la cuota anual de afiliación lo que hizo llorar nuestros bolsillos por un buen tiempo, y, en un exceso de sutileza, programamos partidos con los dos clubes más poderosos. Nada sirvió. El C.U.R.C.C. planteó una frontal oposición a nuestro ingreso. Quería una competencia deportiva de entorno social, un “pic-nic”, y con Nacional en la cancha sabía que eso no iba a poder ser.

Como nuestra solicitud respetaba sus reglamentos y,  como “caballeros” tenían que dar una respuesta, a mediados de abril se les ocurre un nuevo requisito. Exigen que Nacional presente una lista de sus jugadores para comprobar si éramos idóneos y merecíamos el honor de competir con tal selecto núcleo de deportistas. Seguíamos dependiendo de un exclusivismo clasista y no del interés en el deporte. Pero siempre está lo imprevisto, lo que cambia el curso de los acontecimientos. Surge un hecho inesperado que actúa como disparador.

El 25 de abril, la “The Argentina Association Foot-ball League”, cúpula de mando rioplatense en la colectividad inglesa, invita a Nacional para intervenir en sus torneos. A esta impactante iniciativa se agrega la enérgica intervención de Mr. William Poole, del club Albion, considerado con justicia “el padre del fútbol uruguayo” quien ya aburrido de tanta resistencia (la palabra es otra) impuso su influencia para que se aceptara nuestro ingreso, el cual se concretó pocos días antes de iniciarse el torneo oficial de 1901. Esta decisión llegó muy oportunamente y fue determinante en el futuro del fútbol uruguayo, Estábamos cansados del menosprecio que traslucía ese rechazo sistemático a nuestra aspiración de competir y la oferta, proveniente nada menos que de la Liga Argentina, había caído en el momento más propicio.

¿Cómo pudimos acordar rechazarla cuando su aceptación nos colocaba, de hecho, por encima del CURCC? ¿Qué nos iluminó? El 13 de setiembre de 1903, con nuestra victoria sobre Argentina en representación de Uruguay, pudimos comprenderlo. En ese momento histórico tuvimos plena conciencia que habíamos sido elegidos para una misión: la defensa del fútbol uruguayo contra los adversarios externos y los enemigos internos”.

Ciento trece años han pasado desde aquella solicitud. Para 1914 no quedaba en la “Uruguay Association Foot-ball League” ninguno de sus socios fundadores. Nacional seguiría compitiendo hasta transformarse, incluso, en el único club que ha intervenido en todas las competencias oficiales organizadas por la AUF.

Nota de decano.com: las palabras del dirigente tricolor fueron esxtraídas de la columna «Vox Populi, Vox Dei» de Washington Nion 

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