Experiencias clásicas

Jorge Seré, Marco Vanzini y Gabriel Álvez hablaron de sus recuerdos clásicos como futbolistas.

Los tres fueron grandes jugadores y dejaron su huella en el Decano. Para Nacional TV contaron sus experiencias clásicas; los días previos, los goles, los partidos que más les marcaron y las sensaciones de jugar uno de los partidos más apasionantes del fútbol mundial.

Gabriel Álvez

Para el ex delantero, un clásico es “el partido más lindo que podés jugar, el mejor partido del año”.

Sobre el encuentro del próximo domingo dijo que “Nacional tiene la chance en este clásico de pasar a Peñarol en la Anual. Sin duda que va a ser un partido muy importante”.

Las sensaciones previas a este tipo de partidos: “Más que nada tenía mucha ansiedad. Cuando arranca la semana previa la gente te lo hace saber. El lunes ya quería jugar el partido”.

Los mejores recuerdos clásicos fueron “en el 98’. En la concentración vivíamos esa semana con mucha ansiedad, alegría y por suerte el grupo se concentró mucho. Veníamos de una racha negativa de cinco años y haber tenido la oportunidad de ganar esos partidos fue maravilloso”.

También aclaró que el gol clásico que más recuerda fue su “primer gol. Había tenido torneos en los que no había podido convertir a Peñarol, pero ese primer gol va a quedar siempre en mi memoria”.

Jorge Seré

El arquero campeón de América y del mundo con Nacional fue sincero al decir que sentía mucho estrés y que “cada clásico me quitaba dos años de vida. Se sufre mucho más de lo que se disfruta, en mi caso. Se sufre más perder un clásico que lo que disfrutás ganándolo. La semana previa es muy intensa, está todo el mundo pendiente de eso; la gente en la calle, la prensa. En la época que yo jugaba no había redes sociales, pero yo perdía un clásico y no podía salir a la calle. Yo me sentía que no podía salir, no es que tuviera problemas si salía. La calentura, el dolor, la bronca; todo eso me duraba mucho. Si ganaba el clásico no disfrutaba más que una semana”.

“Cuando llegué a Nacional, el club venía de cinco años sin ganar el Campeonato Uruguayo y nadie hablaba de ganarlo. La intención era la Supercopa y la Libertadores. De hecho yo gané las copas internacionales antes que el Campeonato Uruguayo. Yo llego en el año 88’ y en el 92’ salimos campeones mientras que Peñarol nunca salió campeón en ese periodo. El campeonato del 92’ había que ganarlo porque era la oportunidad de dar la vuelta en la cara del rival”, dijo ‘Superman’.

Sobre la teoría de jugadores clásicos dijo que “está mal porque estos jugadores no tienen por qué aparecer en el primer clásico. Ahora, si hay un jugador que jugó 10 y en todos anduvo mal es otra cosa. El caso más claro que yo tengo es el de Dely Valdés. Debutó en el año 89’ en Nacional, jugó clásicos, algunos de titular y otros no, pero todo el mundo hablaba de él como que en los clásicos se achicaba. Y eso me calentaba porque el periodismo generaba eso y la gente se prendía. Y en el clásico del 92’ Dely hace el gol en la final eludiendo a medio Peñarol”.

Marco Vanzini

Para el ‘Palillo’, un clásicos “es el partido más esperado de todo el año para los jugadores. Ya dos semanas antes uno lo empieza a vivir, a pensarlo. El jugador de fútbol sabe que un clásico marca mucho; las repercusiones que tiene tanto si ganás o si perdés”.

En su carrera, los clásicos que más le marcaron “fueron los dos primeros del año 98’ por todo lo que se estaba viviendo en los años anteriores. Haber ganado esos clásicos me marcaron como futbolista. A partir del 98’ cambió mucho la historia de lo que eran los clásicos; la gente de Nacional iba con otra energía, con otra confianza”.

“Hay jugadores con una personalidad fuerte y otros que de repente no. Y en este tipo de partidos tenés que tener mucha personalidad y un control emocional importante. Hay jugadores que se adaptan más a estas dos cosas que otros”, aclaró Vanzini sobre los ‘jugadores clásicos’.

El gol que más le marcó fue “el último gol, que fue el último de mi carrera, en un clásico de la Liguilla para la Copa Libertadores. Previamente sabía que iba a ser mi último clásico entonces había un factor emotivo antes del partido. Sabía que tenía que disfrutar mucho, mirar a la hinchada de Nacional, mirar el pasto del estadio, la camiseta”.