29 de abril de 2016

¿Escribo sobre como el otoño se viste de invierno cada vez más temprano? No mejor no… deleteeeee…

¿Escribo sobre que no hicimos ningún cambio? Pero entonces no sé… mmmm porque si el DT estaba conforme quien soy para decirle que no y tentar a la fortuna de adivinar lo que hubiera cambiado y si hubiera cambiado con los cambios  la historia del final del partido? Deleteeee…

¿Escribo sobre que podrá pasar en la segunda parte? Ojalá tuviera la bola de cristal y supiera como los astros estarán alineados esa noche, pero entonces entramos a especular cosas que después sabemos que pueden o no pasar porque los partidos antes de jugarlos son puro bla bla y hay que jugarlos y ahí entran a tallar la estrategia, la diosa fortuna mencionada antes, el gol de visitante que ahora sería un fantasma amigable  y muchas cosas más… Deleteeeee…

¿Escribo sobre juez? Mmmmmm… Deleteee…

Escribo entonces de la sensación que nos llevamos al salir.  La de un partido táctico y riesgoso, pero jugado con el espíritu apuñado en cada tranque y en cada pelota. De los miles de gorros y abrigos apuñados en la tribuna y de las piernas cansadas pero atentas en la cancha, de la concentración y el compromiso que hicieron calentar y atemperar el mal tiempo que nos quería hacer un gol también.

No hay respiro porque ahora hay que pensar en mañana, pero queda el rescoldo en el alma encendido y esperando. Enter.

Cecilia810

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