10 de abril de 2025

En su debut como entrenador de Nacional por Copa Libertadores, Pablo Peirano analizó con autocrítica lo que fue la derrota por 1-0 ante Bahía en el Gran Parque Central.

“En ningún momento pensamos en hacer un partido timorato, ni mucho menos”, fue lo primero que dejó claro el DT tricolor en conferencia de prensa. Más allá de la amargura por el resultado, Peirano valoró la actitud del equipo: “La sensación de todos es que no quedamos conformes con el resultado. Pero en este poco tiempo que llevamos, los jugadores cumplieron de forma correcta con lo que les pedimos, tanto en el sistema como en los espacios a atacar”.

Según el entrenador, la clave del planteo fue tratar de contener el juego de un equipo brasileño intenso y ordenado. “Sabíamos que debíamos tener un buen bloque para contener su juego. Fue un partido de pocas situaciones de gol. Ellos concretaron la que tuvieron y después fue muy parejo, disputado en todas las líneas”, analizó.

Desde lo táctico, destacó la versatilidad mostrada por el cuadro: “Me gustó el comportamiento con el 3-4-3 para jugar y luego con el 3-4-2-1 para soltar más a los ofensivos con los pasajes de los laterales. Nos interesa esa intensidad, es una forma de vivir el juego. No podés dar ventajas, y se intentó competir en todos los sectores”.

Consultado en varias ocasiones por el desempeño del chileno Eduardo Vargas, quien fue sustituido en el segundo tiempo y silbado por algunos hinchas, Peirano salió en defensa del delantero: “Cumplió con lo que le pedí, se ubicó bien, ganó y perdió como todos, pero nunca dejó de intentar y eso se valora. Hizo un esfuerzo muy grande en el primer tiempo. En algunas pelotas friccionó, en otras salió airoso. Tiene un remate interesante, desnivela hacia adelante. Fue un partido muy físico, muy trabado, y él se brindó al máximo”.

También explicó por qué Jeremía Recoba y Lucas Villalba, que habían tenido buenos minutos en partidos anteriores, comenzaron en el banco: “El juego lo hacen todos: los que empiezan y los que entran. Ellos pueden aportar desde el arranque o ingresando. Son revulsivos por la velocidad, pero tienen que aprender a resolver ciertas situaciones cuando se presentan. Es parte del crecimiento y nosotros los vamos a ayudar mucho”.

Peirano, que asumió en medio de una situación delicada, no escondió que el comienzo en Copa Libertadores no fue el soñado. “Fueron dos resultados duros, no hay duda. Pero quedé esperanzado por la actitud y la forma. Hay mucho para mejorar. Lo que hicimos por pasajes hay que sostenerlo durante más tiempo. En intensidad y juego, tenemos que seguir construyendo. Hay que colocar a todos en un nivel más alto”, remarcó.

Y fue contundente: “En la Copa todavía falta. No hay que darse de baja ni mucho menos. Hay que seguir con la cabeza levantada, mirando para adelante y siempre un paso al frente”.

Con la doble competencia encima, Peirano ya planifica el próximo compromiso: el domingo ante Danubio por el Apertura, donde Nacional tiene la obligación de sumar para no perder la tabla. “Ganar es una obligación. Hay que evaluar cómo terminaron los futbolistas hoy. Algunos pueden repetir y también es bueno usar la estrategia de refrescar el equipo. Lo veremos en estos días”.

Cerró con un mensaje, más allá del golpe: “Me gustó la actitud del equipo, cómo se brindaron. El resultado nos abraza de otra manera, pero uno ve las caras, el esfuerzo, la entrega… y con eso quedé conforme”.

Santiago Cabrera

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