En casa y de atrás

Nacional ganó un partido complicado que se hizo cuesta arriba desde el inicio.

 Comenzó mal. Nacional comenzó teniendo el balón y buscando controlar el partido; Cerro vino a abroquelarse en su área para salir de contragolpe y en primera instanica le salió bien, ya que en una pelota perdida en zona central, y tras varios errores defensivos, los villeros lograron abrir el marcador. La tónica del partido no cambió. Nacional seguía con la pelota, pero no tenía movilidad ni profundidad. Por suerte para nuestros intereses, vino el empate de Yonathan Rodríguez desde afuera del área a los pocos minutos, para dar algo de tranquilidad. Luego de eso se tuvo la posibilidad de convertir el segundo, pero por la buena actuación del golero cerrense o la mala definición en algún caso, no sucedió.

Seguimos igual. El segundo tiempo fue igual al primero, incluso con un dominio superior del balón y el juego por parte de Nacional, pero la pelota se tenía y se hacía circular lejos del área debido al bloque defensivo cerrado del rival. Además, Nacional no tuvo movilidad ni precisión para romper líneas lo que llevaba hacía un juego muy previsible, hasta que en una jugada hilvanada por izquierda vino el buen centro de Báez y el cabezazo furibundo del Puma Gigliotti para dar ventaja y tranquilidad. El rival intentó con algo de rebeldía llegar al empate, pero no pudo y el Bolso se llevó los tres puntos.

Hay que mejorar. Se ganó pero no se jugó bien. Se vio un equipo poco dinámico, muy anunciado y sin movilidad. Tampoco tuvimos mano a mano para romper líneas, o desbordes por las bandas, salvo excepciones como las del segundo gol. Hay que mejorar sobre todo para este tipo de partidos en los que los equipos vienen a defenderse tratando de no dejar espacios en el fondo. Lo bueno es que  se ganó y se sigue en la pelea, se siguen sumando jugadores que se van recuperando de las lesiones y eso es bueno. Esperemos que  los triunfos den tranquilidad y permitan mejorar en el juego colectivo para lo que se viene.

Diego Ávalo