El terrible apriete

La historia que le contaron y la verdad de la milanesa. Así se llamaba un espacio humorístico que publicaba el diario El País en la década de los setenta.

En esta ocasión, la historia que les contaron -y que fue ganando en exposición y aumentando la dimensión del relato- fue la de un grupo de barras que habrían «apretado» en términos correctos a Ignacio González en el primer día de entrenamiento con su nuevo equipo.

El número y la calidad del reclamo fue variando según los medios, pero todos dejaron entrever que, a pesar de las declaraciones de Nacho, donde manifestó que “fue una charla en buenos términos, donde se habló de algunas cosas, pero sin que sucediera nada fuera de lo normal”, algo fuera de lo normal habría existido.

Ahora bien ¿saben cuál fue la verdad de todo este asunto? (la verdad de la milanesa). Tres hinchas de Nacional, que habitualmente están en el ingreso a Los Céspedes vendiendo adhesivos —de la Bandera Gigante entre otros— se acercaron a González para preguntarle si era cierto lo que manejaban algunos programas periodísticos, que indicaban que en ocasión de marcarle un gol a Nacional, el volante había hecho un gesto que pudo tomarse como una ofensa para la hinchada del Decano. González negó el hecho y fin del episodio.

No hubo vampiros ni Orcos enviados por las huestes de la Barra Tricolor. 

Fin.

Epílogo

No existe ningún documento televisivo que muestre al jugador haciendo ninguna seña provocativa a la hinchada de Nacional. Seguramente los mismo que hablan de eso son los que no le preguntan a la mitad de los titulares de Penarol de cuadro son (a pesar de que lo saben, o lo intuyen).

Ernesto Flores
decano.com