¿Duda y renueva?

Nos estamos acostumbrando a mirar con lo ojos de otro. No sé si por comodidad o por falta de confianza en uno mismo.

Otra costumbre que estamos perdiendo es el preguntarnos «¿qué motivos pueden haber llevado a fulano a tomar esta decisión?» Sobre todo cuando fulano es un estratega.

Seguramente la mayoría de nosotros pensó -un poco influenciado por la prensa- que Rodolfo Arruabarrena había decidido renunciar a su sistema madre -el de línea de tres en el fondo- y nos quedamos tan tranquilos y hasta festejamos por lo que consideramos una victoria de ”la uruguaya». Lo habíamos hecho entrar en razón al argentino.

Lo cierto es que dudo mucho que el entrenador haya decidido dar un cambio hacia otro planteo. De hecho, si bien no ha vuelto a hacer fútbol, en los tácticos de mitad de cancha no ha parado una línea de cuatro. Me inclino más a pensar que Arruabarrena ha sido cauteloso. Consciente de que sus jugadores aún no tienen asimilado el libreto, o tal vez que sigue sin tener el zaguero adecuado, Arruabarrena hizo lo que cualquier ser sensato hubiera hecho, poner más gente delante del arco.

Nada me hace pensar que Juan Manuel Díaz y Pablo Álvarez sean titulares en la alineación que tiene en mente el técnico argentino. Es más, creo que los únicos titulares que Arruabarrena tiene por seguros en el fondo son Guillermo De Los Santos y Andrés Scotti. 

El ex- Cerro evidenció una “prodigación” y un sentido del tiempo -unido al conocimiento del puesto- que lo habilitan para jugar en un grande como Nacional. No le pesó para nada la camiseta ni la responsabilidad asignada. En cuanto a Scotti, me atrevo a asegurar que el «Vasco» nos ganó la pulseada a varios. Andrés no está para archivar. Más bien tiene mucho que enseñar todavía. Tremendo “stopper” encajó el bolso.

El medio de la cancha me parece que es lo más seguro que tiene el entrenador. Maximiliano Calzada –a mí juicio el jugador más completo del plantel- junto a Diego Arismendi demuestran el mejor rendimiento que podemos esperar del equipo hoy por hoy. Por su parte Nicolás Prieto y Hugo Dorrego son firmes proyectos de jugadores, pero aún les falta. Van a tener su oportunidad para irse insertando y ocupar el lugar cuando sea necesario. 

Siguiendo con el medio -y con las certezas de Arruabarrena- vamos a tener cuatro futbolistas en esa zona. Los carrileros o volantes de ida y vuelta (o como les quieran llamar) serán, casi sin dudarlo, Carlos De Pena y Álvaro Fernández. El «Flaco» conoce el puesto y es un jugador con experiencia internacional. Falto de fútbol tal vez, pero que va a rendir. Aunque más no sea por «baqueano»

De Pena no es carrilero, ni volante y Arruabarrena lo sabe. Pero es un proyecto de gran jugador, tiene recorrido, llegada, pegada y gol. No es aplicado en la marca pero el técnico tiene plena confianza en que va a responder. 

El enganche ya está. Es el mejor que se podía conseguir y es un «10» Seguramente al técnico argentino se le iluminó la cara cuando supo de la posibilidad de contar con Ignacio González. Podrá seguir adelante con su sistema sin correr riesgos de lesiones (Recoba) o de inexperiencia (Pereiro).

Arriba van a ser dos. Como siempre pensó el entrenador. No sé qué tanta cabida tendrán Gonzalo Bueno y Renato César -ya que son puntas por afuera- más bien serán segundas opciones. Para el sistema que intenta implantar el argentino necesita recuperación en la primera línea. Porta -para mí- es número puesto. Tiene sacrificio y olfato de gol. Iván Alonso y Santiago García se van a disputar el puesto restante. Creo que el que más se aplique a la marca se va a ganar todos los boletos.

No soy técnico, ni periodista deportivo y mi experiencia futbolística no va más allá de las canchas de ADIC. Soy un hincha y un observador del fútbol como tantos. Me atreví a escribir esto porque creo que yo, al igual que usted, no necesito que nadie me diga lo que estoy viendo.

Miguel Ángel Rey

decano.com