Martín Ligüera habló sobre su experiencia como entrenador, su retiro en 2017 y su estilo de juego.

El director técnico de la Tercera División desde el 2017, año en el que se retiró como futbolista profesional, habló con Ovación en medio de la cuarentena y la ausencia de las actividades deportivas.

Refiriéndose a la pandemia del Coronavirus, comenzó diciendo que lo peor “es la incertidumbre de no tener una fecha clara para apuntar. Nosotros buscamos que no se pierda el contacto con ellos; tienen un plan de entrenamiento, pero dos veces a la semana nos vemos. Las últimas dos semanas les agregamos una vez más para mostrar cosas que pretendemos, porque tenemos un plantel en un 85 o 90% que es nuevo”.

Su experiencia como entrenador hasta ahora: “El primer año fue de una evaluación constante, de conocimiento del cuerpo técnico. Haber jugado 20 años al fútbol te da una ventaja a la hora de manejo, pero me faltaban muchas cosas que en el segundo año ya lo manejaba mucho mejor. Hoy me siento más seguro en la toma de decisiones y en lo que pretendo. Sigo tratando de mejorar. Este año lo tomo para consolidarme. Tengo una tranquilidad tremenda por la forma que me tratan, las condiciones de trabajar que tengo, el respaldo que siento, tanto en el momento que no me fue bien como cuando me fue espectacular, porque el año pasado ganamos todo. Quiero seguir devolviéndole al club todo lo que me dio”.

La función principal siendo entrenador de la Tercera División es “una vez que termine el año, colocar la mayor cantidad de jugadores en condición física y futbolística lo más cercano a Primera. Pulimos la formación que tuvieron. Hay doble horario, vamos al interior, nos quedamos a comer, dormimos siesta, usamos las instalaciones, para que los muchachos una vez que asciendan no sientan ese cambio. Obvio que yo quiero ganar y los jugadores también”.

Sobre la posibilidad de dirigir a la Primera de Nacional, admitió: “Yo me guío mucho por las sensaciones, cómo me voy sintiendo. Conmigo nadie habló nada. Eso salió, no sé si es verdad, estamos hablando de un supuesto. A mí hoy en día no me cambia nada, estoy enfocado en lo nuestro como cuerpo técnico. En su momento se verá. Lo que te puedo decir es que si me siento preparado va a ser un sí, pero si no me siento preparado, va a ser un no, siempre voy a poner el club por delante de lo que pienso. Si no me siento capacitado será un no».

Acerca del estilo de juego, manifestó que le gustan «los equipos agresivos, que si bien tienen circulación de balón, si tienen posibilidades de hacer transiciones rápidas, me encanta. Me gusta mucho confiar en la lectura del jugador. Me gusta que el futbolista, si tiene la oportunidad de arriesgar, que arriesgue. No me gusta sumar toques porque sí. Me gustan los jugadores potentes, rápidos y jugar con extremos”.

Sobre su retiro, aseguró que nunca dudó en retirarse y que “lo tenía totalmente asumido. Era el momento de hacerlo. Me siento muy reflejado en lo que era como jugador en el manejo de grupo. Me gusta a la hora de entrenar que sea con seriedad y hacerlo al mango. Me considero un entrenador exigente a la hora de practicar, con las pautas que marco, no me gusta que se me salgan de las cuatro o cinco cosas que marco en el año, después hay tiempo para lo que sea. Me deja conforme que dejen todo en la cancha”.

Rodrigo Goldaracena

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