Con el empuje de la hinchada y los jugadores, Nacional consiguió de forma agónica los tres puntos que lo mantienen como líder del Grupo B.

Nacional llegaba entonado, pero el Deportivo Independiente Medellín también. Ambos habían vencido sus encuentros por el torneo local. El Bolso buscaba mantenerse como puntero del Grupo B de la Copa Libertadores y el ‘Poderoso’ intentaba escalar y alcanzar a Internacional. El Gran Parque Central se vestía de gala para acaparar, después de varios meses, un partido de copa internacional.

Espero y salgo

Álvaro Gutiérrez realizó dos variantes respecto al equipo que había enfrentado a Fénix por el Campeonato Uruguayo el viernes pasado. Ingresó Diego Polenta por Marcos Montiel y Yonathan Rodríguez por Diego Rodríguez. El equipo comenzó el encuentro resguardado, cediéndole el terreno y la posesión a los colombianos, que tienen jugadores rápidos e intensos en sus bandas, y siempre que robó la pelota intentó salir rápido de contraataque con pases en largo, a Federico Martínez y Diego Zabala, encendidos, generando peligro. El gol del Decano llegó a los 36’. La recuperó ‘Didí’ en la salida del DIM, la gestó él mismo, habilitando a Juan Ignacio Ramírez. El ‘Colo’, que siempre luchó entre los corpulentos zagueros, remató desde el borde del área, y la pierna zurda de Gastón Pereiro cazó rápido el rebote del arquero. Al ángulo. Uno a cero y a mandar el partido al entretiempo. El ‘Tonga’ estaba un tanto impreciso en sus acciones y el tanto que abrió el marcador desató su agonía al gritar el gol subido al alambrado de la Abdón Porte con los hinchas.

Mejoría e imprevisto

En la segunda mitad, Nacional logró controlar aún de mejor manera el partido, administrando mejor la pelota y los tiempos del partido, al punto de tomar la iniciativa del trámite. Bruno Damiani nuevamente ingresó de gran manera. Lo hizo por el Colo. Tuvo el gol en una ocasión y el arquero de la visita se lo sacó. Manuel Monzeglio también ingresó de buena forma y lanzó buenos pases. Sus ingresos le aportaron la creación que Zabala y Martínez le estaban dando al equipo. Este último estrelló un tiro libre en el vértice del arco medellinense. Cuando el Tricolor estaba atravesando su mejor pasaje del encuentro, llegó el empate del DIM. A los 33’. El centro desde la izquierda de la defensa del Bolso cayó sobre el área, a la espalda de Fabián Noguera, de gran partido igualmente, y un cabezazo colombiano, de Luciano Pons, mandó la pelota al fondo del arco.

Empuje en conjunto

A falta de pocos minutos y con el rival haciendo tiempo en cada jugada detenida, todo comenzaba otra vez. El aliento de las cuatro tribunas del Parque se intensificó. El equipo se contagió del ambiente y redobló esfuerzos. Nacional arriesgó y se jugó al ataque, sin demasiadas estrategias y más que nada con empuje. En los descuentos, a los 95’, literalmente en el último minuto del partido, Zabala tuvo en sus pies un tiro libre frontal al arco, a unos treinta metros del arquero del DIM. Lanzó el centro y cuando el zaguero rechazó a medias, Polenta, de buen encuentro, tomó el rebote, remató mordido, entre el Colo y Noguera la frenaron en el área chica y de media vuelta el argentino la mandó a guardar por el único lugar que podía pasar. 2 a 1, revisión del VAR, confirmación del tanto y agónica, necesaria y notable victoria del Decano del fútbol uruguayo.

Con la segunda fecha del grupo finalizada, Nacional se ubica primero con seis puntos, Inter segundo con cuatro, Medellín tercero con uno, y Metropolitanos último sin unidades.

¡Nacional nomá’!

Enzo Correa

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