A nosotros nos corresponde continuar su legado, conocer nuestra historia pero también proyectarnos al futuro.
Llevo días pensando como comenzar esta columna que debería tratar sobre la historia de Nacional, la que escribiré a título personal intentando trasmitir lo que significa Nacional para mi y mi familia, también tricolor gracias a mi bisabuela Natividad. Una historia que ha sido difundida por enormes historiadores que ha tenido el Club Nacional de Football.
He llegado a la conclusión que, por más repetitivo que se sea, siempre es bueno leer sobre nuestro club. Al mismo tiempo, no puedo separar nuestra historia de la de nuestro país.
Vamos a empezar por un lejano mayo de 1899, hacia menos de 2 años se había firmado el Pacto de La Cruz terminando con la Revolución de 1897, iniciando una incipiente coparticipación entre el Partido Colorado con Juan Lindolfo Cuestas como Presidente de la Republica y el Partido Nacional, que tenía su centro de poder en la Estancia El Cordobés de Aparicio Saravia. Esto generara que en unos pocos años, con la llegada de José Batlle y Ordóñez a la Presidencia de la República, el país viva su última guerra civil la que va a tener sus consecuencias en un nuevo club que se iba a fundar.
A fines del siglo XIX los capitales ingleses dominaban amplios sectores de la economía uruguaya como por ejemplo el monopolio en la empresa de aguas corrientes, la del gas, el oligopolio de las compañías de seguros y por supuesto el ferrocarril. Estas compañías generaron una fuerte corriente de antipatías por sus altas tarifas y su deficitario servicio.
Mientras esto sucedía, desde 1880 se comenzaba a desarrollar un nuevo deporte en las orillas del Río de la Plata, el football, llegado de la mano de los ingleses quienes empiezan a disputar partidos entre sus clubes. El primero del que se tenga registro es entre el Montevideo Rowing Club y el Montevideo Cricket Club en 1881.
Este deporte rápidamente va ganando adeptos y naceran clubes como el Albion (fundado por alumnos del English High School), el CURCC (club de los ingleses empleados del ferrocarril), River Plate FC (club de los empleados del puerto) entre otros.
A fines del S XIX aparecerán clubes en los barrios de Montevideo y a disputarse amistosos entre ellos, es así como el Montevideo Football Club (fundado en un café cercano al Monumento al Gaucho por un grupo de estudiantes) y el Uruguay Athletic Club (de la zona de la Unión, también de estudiantes) comienzan a competir y a su vez entablar una amistad entre sus integrantes.
Esta amistad cristalizaría un domingo de mayo, más precisamente el 14 de mayo de 1899 cuando en la casa de la familia Caprario, ubicada en Soriano 99 (hoy 922 y donde está funcionando el mítico Bar Fun Fun) se reúnen los integrantes de los dos clubes y deciden crear uno nuevo. Cuenta la historia que fue Ernesto Caprario el que sugirió el nombre que luego se convertiría en leyenda: Club Nacional de Football. Llegado el momento había que designar al Presidente de la nueva institución y al Capitán que en ese momento de la historia era el cargo más importante. Se resolvió sortear entre los capitanes de las dos instituciones ambos cargos, resultando ganador Domingo Prat, capitán del Uruguay Athletic, quien sería el Capitán de Nacional mientras que el restante, Sebastian Puppo quedaría en la historia como el primer Presidente del nuevo club. La primera Directiva quedó conformada además en los principales cargos con Melitón Romero como Secretario y Ernesto Caprario como Tesorero.
En esa misma Asamblea, que estuvo presidida por Pedro Manini Rios, se definió que el club tendría los colores de la bandera de Artigas y que su primer uniforme seria con camiseta roja con cuello y bocamanga azul, la que sería cambiada en 1902 por la definitiva: camiseta blanca con pantalón azul. El 23 de mayo de 1902, Ernesto Caprario diseñaría la bandera de Nacional pasando la roja a ser la camiseta alternativa.
Se acercaba el Siglo XX y este grupo de amigos acababa de fundar el Club Nacional de Football y me gustaría saber si ellos eran conscientes de lo que estaban haciendo, si eran conscientes de las alegrías que iba a traer ese club, el amor y la pasión que iban a sentir sus hinchas por esa camiseta. ¿Serían conscientes de que, gracias a Nacional, Uruguay ganaría su primer partido internacional en 1903? ¿Qué Uruguay seria conocido en el mundo entero gracias a la victoria en Colombes en 1924? ¿Qué en su estadio se jugaría el primer partido de la Copa del Mundo en 1930? ¿Qué su camiseta seria defendida hasta las últimas consecuencias como lo hizo “el Indio” Abdón Porte? ¿Qué los dos mejores jugadores de la historia del futbol Uruguayo saldrían de su cantera? ¿Qué sus hinchas protagonizarían el segundo éxodo del pueblo Oriental en 1980? O, ¿qué sus hinchas crearían la Bandera más grande del Mundo? Son algunas preguntas que me hago y creo que, muy íntimamente, deberían saber lo que estaban creando. A nosotros nos corresponde continuar su legado, conocer nuestra historia pero también proyectarnos al futuro, que nuestros hijos y nietos estén orgullosos como nosotros lo estamos de quienes nos precedieron.
Pablo Fascioli
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