Guzmán Corujo contó como fue el camino recorrido para llegar a debutar en la Primera División de Nacional.

El zaguero tricolor fue entrevistado por Nacional TV en su casa de La Blanqueada. Habló de sus primeros recuerdos con la pelota, de como llegó a debutar en Primera, de sus objetivos para fin de año y afirmó que la competencia sana «es lo más lindo que hay».

¿Hace cuanto vivís en La Blanqueada?

Este es el segundo año que estamos acá. Antes estábamos por el Parque Batlle y antes de eso vivía con unos amigos cerca de la sede de Nacional. Pero siempre acá en la zona que es precioso ver la gente el día de los partidos, la movilización es algo muy lindo.

¿Cuáles son tus primeros recuerdos vinculados al fútbol?

Siendo sincero de chico no miraba mucho fútbol. Prefería jugar y no mirar. Me acuerdo de chico jugar con mi hermano en mi casa y los rezongos de mi madre porque pegábamos pelotazos adentro de casa y siempre rompíamos alguna cosa. Y en la casa de mi abuela también; yo me crié ahí porque mis padres trabajaban todo el día, entonces estaba con mi abuela. Ya después de más grande me acuerdo de juntarme con amigos a jugar en el campito. Arrancábamos en la mañana, parábamos a comer media hora y después estábamos todos corriendo de nuevo para armar los cuadros. Había dos o tres campitos que siempre nos juntábamos, y era hermoso porque estabas todo el día corriendo atrás de una pelota.

¿Cómo se dio tu primer convocatoria a Primera División?

Fue en 2017. Nosotros salimos segundos en Tercera División con el Cacique (Alexander Medina) y el día que termina el campeonato, cuando termina el último partido, me llama el Cacique y me dice vaya a la sede para firmar contrato. Era mi primer contrato profesional y quede impactado porque no lo podía creer. Ese día también firmó Diego Coelho. Después de las vacaciones, en los últimos días de diciembre me llamaron de la sede para decirme que me tenía que presentar el 2 de enero para arrancar la pretemporada con el primer equipo. Me tocó hacerla con Martín Lasarte, un tipo muy directo y frontal. Voy a estar siempre agradecido porque fue el que me hizo debutar y por como me trató. Una de las primeras cosas que nos dijo fue que estábamos para aprender, que sumemos toda la experiencia que podamos, pero que no nos podía garantizar que nos quedemos en Primera. Entonces es como que llegás con toda la ilusión y eso era un baldazo de agua fría. Pero claro, después te das cuenta que te decía la verdad y terminabas siendo mejor porque sabías que te tenías que esforzar más. Después volvimos a Tercera con los demás juveniles, jugamos varios partidos ahí y al final del Apertura me habla el Cacique diciéndome que me tenía que presentar en Primera porque se había lesionado tal, habían expulsado a tal otro, y que tenía chance de jugar. Fue una noticia increíble. Me acuerdo que el día que hicimos fútbol en la práctica, Martín me puso como titular en el primer tiempo y no lo podía creer. El día del partido cuando da la charla previa dijo que jugaba yo y no puedo explicar la cantidad de sensaciones que se me cruzaron por la cabeza. Estaba por cumplir mi sueño.

¿Con quién compartías la zaga?

Ese partido jugué con el Rafa (García). Un jugador muy temperamental que quiere lo mejor para el equipo. A mi me ayudó mucho ese día todo lo que me decía. El que me ayudó mucho antes de entrar fue el Coco (Esteban Conde), que es una de esas personas que te quedan grabadas por como era. Siempre con esa paz interior y transmitiendo confianza. Me dijo que en el debut tenía que pasar desapercibido.

¿Cómo te sentís en el plantel actual?

Me siento muy bien, con el correr de los partidos me vengo sintiendo mejor. Esta seguidilla de partidos a veces cuesta desde lo físico, pero es lo que te da más ritmo. La competencia sana es lo más lindo que hay, saber que tenés a uno atrás que te está comiendo los talones, o vos estar comiéndole los talones a otro, es divino. Los problemas son del Guti, que se tiene que sentar y armar el equipo. Estamos todos unidos y tirando para el mismo lado. A veces me pongo a ver el entrenamiento de los que no están convocados y entrenan como unos leones, a pesar de que estén con los dientes apretados. Si bien venimos primeros y venimos bien, todavía no ganamos nada. Todavía falta la parte más dura del campeonato y hay que estar con el cuchillo entre los dientes.

¿Soñás con levantar la copa del Clausura y la del Campeonato Uruguayo?

Por supuesto. Creo que como primer objetivo nosotros nos pusimos ir partido a partido. Hoy en día, si bien ese objetivo se mantiene, ya soñamos con el Clausura y la definición después. Ojalá que a fin de año estemos festejando todos juntos.

Rodrigo Goldaracena

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