Fin de un sueño, comienzo de otro

Nacional cayó en Brasil y el club todo debe reponerse para ganar el Uruguayo y volver a pelear en la próxima Copa.

Lo que sucedió -y sucede- con Juan Izquierdo se está llevando todos nuestros pensamientos. No hay nada en lo que pensemos sobre Nacional que no pase y se estacione con lo que sigue sucediendo en el Albert Einstein de San Pablo. Además de pensamientos, esto nos ha llevado a reflexionar, porque en definitiva, deporte es salud y eso involucra muchos aspectos de la vida de una institución. Aspectos que debemos mejorar día a día, en todos los niveles. Y eso también nos involucra a los hinchas, que somos en definitiva quienes le ponemos el humor y la energía a las camisetas que día a día nos representan en varios deportes, por más que el fútbol se lleve casi toda nuestra atención.

Tan solo una reflexión 

Por supuesto que estamos tristes. El sueño del Mundial de clubes, ese que comenzó estando muy lejano, se nos fue acercando paso a paso desde febrero.

Faltó tan solo un punto que recordaremos por mucho tiempo. Un punto que se debió traer de Asunción, o de cualquier otro partido. Ya no importa eso. Lo que sí importa es que una vez más demostramos que, si bien es difícil, tenemos con qué pelear y soñar. Ya se nos alinearán los astros y tendremos un camino menos escarpado para pelear bien arriba. Pero no tenemos que esperarlo de brazos cruzados. Hay que trabajar. Unidos. Y si hay que discrepar y dar peleas internas, que sean de frente y sin dinamitar al club, y para eso, cada uno de los Bolsos sabemos que es lo que debemos hacer y también lo que no debemos hacer, porque solo conduce al fracaso.

El hincha observa, el socio elige, pero también marca el rumbo. Siempre. Cada día.

No dinamitemos al Club.
No usemos al Club.

Hagamos cada día más gigante al Club Nacional de Football.