Por Diego Ávalo
18 Nov 2021
Clausura2021

Cuando parecía que se escapaba el partido y el campeonato, apareció Leandro Fernández para poner el gol del triunfo en la hora, y darnos esperanza de pelear hasta el final.

Sin profundidad. Martín Ligüera iba a realizar una modificación en el mediocampo, dando ingreso a Facundo Píriz por Diego Rodríguez, pero la misma no pudo efectuarse por la lesión en el calentamiento. Por ese motivo, el Bolso salió con el mismo cuadro del partido ante Deportivo Maldonado -salvo el cambio obligado de Camilo Cándido por Christian Almeida-, lo que parecía raro dado el bajo rendimiento en ese encuentro. La pelota en la primera mitad fue de Nacional, pero la mayor parte del tiempo estuvo en pies de los zagueros o en los volantes centrales. Muy pocas veces se encontró el pase entre líneas para avanzar en el campo, y mucho menos el pase filtrado dentro del área. Hubo alguna jugada de peligro que fue forzada, o en alguna jugada individual. Luego de la expulsión del jugador de Cerrito, el dominio se incrementó, pero la tónica del partido fue la misma. Cerrito esperando abroquelado y Nacional teniéndola sin profundida. Así se fue la primera parte del partido sin goles. 

Presionando y empujando. En la segunda mitad la cancha se inclinó hacie el arco auriverde. Los zagueros de Nacional estuvieron jugando casi todo el partido cerca del mediocampo, y todo el resto del equipo jugó en cancha rival. Pero se seguía sin claridad para encontrar el pase filtrado, el desborde o el centro preciso. Hasta que vinieron cambios, que dieron algo más de serenidad y manejo. Andrés D'Alessandro, aunque muy lejos del arco rival, organizó mejor los avances. Brian Ocampo intentó desbordar y por momentos lo hizo bien. Felipe Carballo le dio mucho más dinámica y traslado de balón al ataque. Franco Fagúndez le aportó movilidad y dinámica, y Juan Manuel Gutiérrez lo mismo. Y así vino el gol del triunfo en la hora. Centro de Brian, empujando, metiendo, pateando como se podía, peleando la pelota por parte de Carballo yendo al suelo, para que Fernández la 'pudriera' en la hora. Gol, alivio y locura en el Gran Parque Central.

Triunfo para seguir prendidos. Veníamos de una mala racha, había que ganar como sea, y así se hizo. Preocupa la falta de juego asociado que tiene este equipo. No hay triangulaciones por banda, no hay pases entre líneas, tampoco pases filtrados para dejar a los delanteros con peligro cerca  del arco. Pero lo dicho. Se ganó y seguimos peleando, increíblemente, pero seguimos peleando. Los nervios también juegan y eso se notó. Pero por lo menos hubo actitud algo que había faltado en partidos anteriores, y ese fue el motivo principal para conseguir la victoria. Ojalá que este triunfo dé algo de tranquilidad y los dos próximos partidos se puedan ganar jugando más tranquilos y sin sufrimiento. Ganando los dos, quién te dice. 

¡Vamos Nacional carajo!

Diego Ávalo




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