“Era un tipo de barrio”

Así lo definió y recordó el campeón mundial, además de compañero y amigo, Rodolfo Rodríguez a Waldemar Victorino.

Compartieron planteles, vestuario, camisetas, ómnibus, momentos, gestas históricas, fueron vecinos, y hoy uno se despide del otro. Quien fuera el arquero Campeón de América y del Mundo con Nacional, Rodolfo Rodríguez, recordó como ser humano, pero también en su faceta de futbolista al recientemente fallecido, Waldemar Victorino: “En los momentos decisivos, él decidía siempre bien, era muy inteligente, muy pícaro dentro y fuera de la cancha, un tipo de barrio”.

“Que Waldemar quede para siempre en el Parque Central”, manifestó Rodríguez, este miércoles a la mañana en diálogo con Carve Deportiva, teniendo en cuenta que la familia del exdelantero prefirió arrojar sus cenizas en el escenario tricolor a realizar un velatorio. Aún no está definido cuándo lo harán.

“Es un momento difícil. Con algunos compañeros recordamos los lindos momentos que compartimos con él. Para quienes compartimos historias, se hace muy cuesta arriba”, expresó.

Además, relató su propia relación con el delantero: “Somos del barrio, somos del Cerro. Recuerdo que, en los primeros pasos por la selección, allá por el año 76’, íbamos juntos a entrenar, yo lo pasaba a buscar y nos tomábamos el 185 para ir a entrenar al Estadio Centenario, y después volvíamos en ómnibus. Digo esto para ver desde qué momento nos conocemos. En ese momento, él estaba en River. Después se fue a Nacional y fue la etapa de oro de todos nosotros”.

Habló, además, de la vida luego del retiro de una profesión particular como es la del futbolista, en términos de salud mental. “No somos todos iguales, no todos nos preparamos de la misma manera, para un día no ser más estrellas, no salir más en los diarios, no estar más en un vestuario o que no te aclamen 80 mil personas desde la salida del túnel”, consideró. “A veces es difícil entender que esto algún día se termina”, manifestó. “No sabemos qué hacer con la adrenalina que teníamos todos los fines de semana”, agregó.

En este sentido, sostuvo que “hay que prepararse” para enfrentar ese tipo de situaciones, y que “es necesario” el soporte o la ayuda psicológica integral, como por ejemplo la que ofrece el programa Más Mutual.

Además, tuvo en consideración la calidez con la que se recuerda y trata a las glorias en uno de los clubes por los que pasó a lo largo de su carrera como el Santos de Brasil, e indicó que es un aspecto que las instituciones de Uruguay deberían imitar.

Rodríguez recordó a Waldemar como jugador: “Olfateaba hacia dónde iba la pelota, era muy rápido. No era de ir al choque. En los momentos justos, estaba. Hacía la diferencia, veía la jugada antes de que sucediera”.

“Hay jugadores que, más allá de los clubes, dieron mucho por el país, y no tienen lo que se merecen”, señaló el ex arquero tricolor, teniendo en cuenta la historia de Victorino, tanto con Nacional como con la Selección Uruguaya.

Para el exarquero, “Waldemar tuvo una vida que lo llevó a ser diferente”, y argumentó esa frase en base a un hecho histórico para el fútbol uruguayo: “Uno de los recuerdos que más grabado tengo es el sobrepique que hizo contra el Nottingham Forest en Japón -en la final de la Intercontinental del 80’-. Recibió la pelota y no le pegó de primera, dio un doble salto y después le pegó. Esa milésima de segundo hizo la diferencia entre que la pelota entrara y no entrara. Él era capaz de hacer ese tipo de cosas dentro de la cancha. Es una cosa que sorprende, no lo espera nadie, y en ese caso nos dio el título del mundo”.

Enzo Correa