Por Recibimos y publicamos
21 Abr 2015
recuerdo

Un año ya, intentando buscar explicaciones, pero nada nos convence. Muchos no entenderán el porqué de estas palabras, pero quienes formamos parte de tu vida entenderán cada una.

Un año ya, intentando buscar explicaciones, pero nada nos convence. Muchos no entenderán el porqué de estas palabras, pero quienes formamos parte de tu vida entenderán cada una. Nos dejaste de una forma tan injusta, aun no era tu tiempo, tenías tanto para darnos. Contigo entendí la frase “un cuerpo tan chico y un corazón enorme”, porque asi eras tu; la bondad, esa gran sonrisa y tu alegría siempre contagiosa -sin importar muchas veces tu estado- era lo que día a  día nos regalabas. La palabra justa y tu claridad para dar opinión, que siempre ayudaba.

Con 29 años habias logrado lo que muchos no consiguen en toda su vida. Profesional, docente, novia, hija, hermana y amiga ejemplar. Para cada uno eras una parte importante de su vida.

Familia ejemplar, unida como ustedes, no conocí nunca. Padres orgullosos de sus hijas, hijas orgullosas de sus padres. El abuelo siempre presente. Los cinco eran mas fuerte que todo. Tu hermana era tu luz,  tu chiquita. Que nadie te la tocara. Recuerdo que querias pegarle a alguien que no se comportó bien con ella. Así eras de protectora. Tu novio, de quien hablabas maravillas, profundamente enamorada -gran persona él-,  se robó tu corazón y te tenía embobada. Se los veía tan felices que todos nos alegrábamos.

Tus padres eran tu ejemplo, quienes te enseñaron los valores con los que manejarse en la vida, y tu amor eterno: el Club Nacional de Football, el cuál compartías con tu padre y estaban siempre que el bolso jugase. Por ese amor nos conocimos, ese amor que compartimos de la misma manera, ese amor nos unió. Socia, hincha, fanática, defensora de la historia del club.  Conocedora de detalles y argumentos por los que nadie podía ganarte una discusión. Eras capaz de llorar por el bolso cuando las cosas no iban bien, de sufrir en el exterior cuando no podías ir a verlo, pero tambien de llorar de alegría.

Defensora de sus principios, lograste que un ex presidente del club se retractara por dichos hacia la mujer en un programa deportivo, demostrándole que también eras hincha.

Recuerdo encontrarnos en el Parque, nuestra casa como le llamamos. Nuestro "trapo" (Si no lo sentís, No lo entendés) que claramente expresaba lo que sentimos por el club. Nuestras charlas interminables, nuestras salidas, los gratos momentos pasados,  las alegrías y tristezas juntos. Esa alegría de ser amigos.

Podría seguir enumerando un millón de virtudes que claramente poseías. Quienes te conocimos y tuvimos ese honor de ser parte de tu vida, las sabemos,y día a día te recordamos.

Hoy, en cada partido del bolso te veo ahí,  mirando desde el cielo junto a grandes tricolores a tu lado. Cada comienzo de partido y cada gol un beso al cielo te mando. Es nuestro ritual. Sabés que te hablo durante los mismos. Aun estás ahí,  alentando, alegrándote y sufriendo con nosotros.

Sole,  naciste un 19/9/1984, nos dejaste ya hace un año, pero sabemos amiga mía, que VIVIRÁS POR SIEMPRE.

Ruben


Taludistas

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