Por Diego Avalo
15 Mar 2018
Libertadores2018

Se perdió un partido que pudo haber tenido otro resultado si no fuera por los errores propios.

Injusto resultado. El Cacique Medina sorprendió con la alineación. El hermetismo dio lugar a las especulaciones periodísticas, pero nadie logró acertar el equipo que finalmente terminó saliendo al campo de juego. En el fondo ingresaron Guzmán Corujo, Diego Arismendi, y Diego Polenta, con Gino Peruzzi y Alfonso Espino a los costados haciendo las bandas. Esto hizo que a la hora de defender el fondo quedara con cinco hombres, y a la hora de ofender los dos carrileros se soltaban al ataque. Creo entender que la idea del técnico era no quedar desprotegidos cuando ambos estuvieran en posiciones adelantadas. El resultado del primer tiempo fue injusto. Nacional fue levemente superior en ese lapso al equipo de Santos. Se dominó la pelota, aunque sin precisión. Nuevamente este aspecto nos jugó en contra. Todo nos cuesta mucho y en parte ese motivo. Cada jugador realiza dos o tres toques para controlar la pelota antes de pasar. Esto está haciendo al equipo algo anunciado y lento. Hay que trabajar este aspecto porque a nivel internacional esto es fundamental. El único que intenta jugar de primera, que realiza controles orientados, y que mira a sus costados antes de recibir el balón para tener el mapa de juego en su cabeza es Christian Oliva, y solo con eso marca una diferencia. De todas maneras, y pese a la falta de precisión y profundidad, Nacional no mereció terminar perdiendo la primera mitad. El gol vino por un error propio y un empate le hubiera quedado bien al trámite.

Errores propios nos liquidaron. El segundo tiempo comenzó con un cambio ofensivo. Medina le dio ingreso a Gonzalo Bueno sacando a Guzmán Corujo, buscando irse arriba. Además Santos jugaba con diez desde los últimos minutos del primer tiempo y eso hizo que se pudiera arriesgar. Pero el segundo período comenzó con un baldazo de agua fría. En una jugada individual de Rodrigo, que debió ser cortada antes por Colo Romero o Diego Arismendi, el equipo Paulista convirtió el segundo gol y complicó aún más las pocas posibilidades de empatar. El Bolso siguió intentando, pero Santos se refugió atrás y Nacional nunca pudo encontrar profundidad. Cuando parecía que había algo de esperanzas por el golazo de Oliva, en la recarga nos convierten el tercero para dar cifras definitivas.

Hay que mejorar. Nada está perdido. Partido de visitante ante un equipo que perfectamente se le puede ganar acá en Montevideo. Pero hay que mejorar ya. Físicamente no veo bien a este equipo. Hay jugadores que se los ve cansados desde el primer tiempo. En velocidad nos cuesta mucho también. En cuanto a la precisión ya maneje el concepto. Si no hay velocidad en el juego, difícilmente se pueda sorprender a los rivales en el plano internacional. Se domina el balón, pero los ataques se hacen muy anunciados. Falta alguien que rompa líneas, que meta el pase filtrado entre los zagueros o que drible por la punta. Los centros nunca son desde la línea de fondo, sino desde tres cuartos. Mucho para trabajar y mejorar. Ojalá sea rápidamente porque cada punto cuenta.

¡Arriba Nacional!

Diego Ávalo
decano.com

Foto: conmebol.com





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