Por el escudo, por la camiseta

Después de las muy malas actuaciones que viene teniendo el equipo, solo nos queda apelar a que nuestros jugadores puedan asimilar que están en Nacional.

Es tarde para analizar que se hizo mal, por qué estamos como estamos o quiénes tomaron las decisiones para llegar a este presente que vemos en la cancha. Solo nos resta apelar al sentimiento y orgullo de vestir nuestra gloriosa camiseta.

Hace rato que venimos en caída libre; el equipo no tiene estructura como tal, y las actuaciones individuales han bajado notoriamente. 

Es probable que una cosa sea consecuencia de la otra: al no tener estructura que respalde, las actuaciones individuales se pierden en un panorama de desconcierto, desorden y desconfianza. 

Todo lo anterior es conocido por todos. Dirigentes, cuerpos técnicos, gerencia del área deportiva y jugadores, lo saben. Hemos venido errando una y otra vez. Un equipo lleno de juveniles con buenas condiciones pero que no tienen el aplomo, la experiencia y el apoyo que te da un equipo balanceado, que te de la tranquilidad necesaria para desarrollar el juego que merece Nacional.

El desencadenante de esta caída libre comenzó (principalmente) luego del famoso hecho de la "burbuja". De ahí en adelante todo fue para peor. Se tomaron decisiones institucionales que llevaron a no renovar algunos contratos de jugadores que hoy nos estarían dando esa experiencia y calidad que necesitamos.

El cuerpo técnico encabezado por Jorge Giordano, no le encontró la vuelta al equipo, que nunca supo como encarar los partidos. Eso trajo la desconfianza de los jugadores que bajaron notoriamente su nivel. Abundan ejemplos, pero hay casos que dejan en evidencia lo expuesto; ver las muy buenas actuaciones de Renzo Orihuela y Emiliano Martínez hace unos meses a lo que muestran hoy, son ejemplos muy claros de lo que expresamos.

Podríamos seguir detallando los errores cometidos, pero ya no sirve. Ahora hay que ganar ante Deportivo Maldonado, y va a ser sumamente difícil.  Nuestro gran rival somos nosotros mismos, dicho esto con el mayor respeto por el equipo fernandino y por los demás.

Por eso lo del principio, solo nos resta que aflore el sentimiento de pertenencia y respeto a la institución, a la hinchada y al glorioso escudo que deben defender.