Por decano
12 Oct 2018
Rafa

Rafa es de hablar poco, pero lo que dice es muy importante. Esta nota es ejemplo de ello.

Nuestro equipo practicaba en el Gran Parque Central pero bastante tiempo antes Rafael García ya estaba en el lugar de entrenamiento entre otras cosas, conversando con los funcionarios y dos hinchas bastante veteranas que lo abrazan y le piden firmas en camisetas y en papeles. Ya en la Tribuna José María Delgado Rafa que se muestra serio pero tranquilo a pesar de reconocer que no le gusta mucho hablar.

¿En qué momento de tu carrera creés que estás?

Bien, muy tranquilo. Siempre he sido de la misma forma, juegue o no juegue y eso me ayuda a mantener una tranquilidad que es bueno para el día a día acá.

Llegaste con 16 años, ¿Cómo fue ese proceso de llegar a una ciudad como Montevideo y a un club como Nacional?

Fue un cambio muy grande pero que al tener 16 años capaz que era un poco inconsciente, por lo que no me afectó mucho.

¿Ya te sentías jugador en ese momento?

No, no… Me gustaba jugar a la pelota, al fútbol como cualquier chiquilín de 15 o 16 años, pero no me sentía profesional ni mucho menos. Si asumía que me mudaba a Montevideo a jugar al fútbol, por lo tanto tenía responsabilidad, no venía de vacaciones. Fue un cambio muy importante pero al tener 16 años no tomaba la dimensión de venirme de Maldonado, que si bien es una ciudad muy linda que está muy bien desde todo punto de vista, no es la capital.

¿Tu entorno vivió el cambio?

Obviamente uno extraña, la familia, los amigos, el barrio. Pero también me ayudó mucho que vine a vivir a la pensión del club y estaba con 20 chicos más que estaban en la misma situación que yo y eso ayudaba y lo hacía hasta muy disfrutable por momentos. Pero fue muy lindo, tengo recuerdos muy lindos de la pensión a pesar de un montón de dificultades, he crecido mucho con esa experiencia.

¿Cuándo sentiste que eras profesional del fútbol y te hiciste responsable de eso?

Responsable me sentí siempre. Desde que me vine para acá de chico. Por mi forma de ser, nunca aspiré a ser millonario. Lo único que me interesaba era poder trabajar de jugar al fútbol por lo tanto debía asumir una responsabilidad. Cuando llegué a 4ta división o 5ta división que tuve años muy buenos, ahí me di cuenta que podría lograr dedicarme a jugar al fútbol. También tenía la suerte de estar jugando en Nacional que es una medida muy importante y los mejores jugadores de mi generación estaban en Nacional, entonces eso me daba a entender que si podía jugar al fútbol. Fíjate que de mi generación llegaron prácticamente todos. Algo que es muy difícil que pase, que 10 u 11 jugadores lleguen a jugar en primera división y a un nivel muy alto. De mi generación solo 3 no llegamos a jugar en Europa. Entonces eso es una medida y me permitía ver que podía ser jugador de fútbol. Yo debuté en primera división en Durazno, fui a préstamo de acá, jugué 3 o 4 meses en Durazno, después paso a Rampla, entonces no tuve un cambio brusco. Y creo que eso me ayudó a mantenerme con la misma forma de ser que tengo ahora, no tuve la posibilidad de marearme. Siempre fui paso a paso, no es que jugaba en cuarta y después pasé al primero, que me hubiese encantado por cierto (risas) Pero bueno, eso me ha permitido tomarme todo con mucha tranquilidad y mantener los pies sobre la tierra porque bueno, se muy bien del esfuerzo que he necesitado hacer para ser feliz hoy.

¿Tenías alguna referencia con algún jugador de Primera que te fuera ayudando en el proceso?

Yo en Nacional viví en varias pensiones, pero la que más tiempo viví fue la de al lado de la sede y ahí tenía mucho contacto con la vida del club. Pero nunca fui de acercarme de chico a ningún jugador en especial. Si es verdad que después, cuando vuelvo de Rampla a jugar ya en el primer equipo, si hubo jugadores que me ayudaron muchísimo y que han sido fundamentales. El Cacique es uno, me ha ayudado muchísimo. No solo en mi vida deportiva, sino en mi vida personal. El Cacique, el Chino, también es otro que estaba en ese momento. Ellos dos han sido fundamentales. Principalmente el Cacique ha sido fundamental para yo salir adelante no solamente en el fútbol sino en la vida. El Chino me ayudado mucho, ellos eran muy amigos y han estado al lado mío en momentos muy duros de mi vida y yo les estoy muy agradecido y además de tenerles un profundo respeto, los quiero mucho.

Los hinchas vemos a los jugadores de Nacional como privilegiados, porque están donde nosotros quisiéramos estar. ¿Cómo viven Uds. la exigencia de los hinchas?

Yo te puedo hablar por mí. Te respondo yo como lo vivo. Con naturalidad. Es normal porque si uno ha tenido la suerte de jugar en el primer equipo de Nacional, me parece que es normal que los hinchas le exijan a uno siempre el mejor rendimiento posible. Estamos hablando de uno de los dos clubes más populares del fútbol uruguayo por lo que es normal que le exijan. Y después está en la forma de ser de cada uno, yo por ejemplo ni cuando me aplauden soy el mejor ni si me va mal soy el peor. Para eso es importante que cada uno tenga un equilibrio.

¿Por qué te quieren tanto los hinchas de Nacional y los tucumanos? Y los técnicos hablan muy bien de vos.

Yo creo que hay algo puntual, que siempre pongo por encima de mí al grupo, al club. A mí lo que más me importa, siempre (y es algo que me pasa de chico) es que salgamos primeros nosotros, no que juegue yo. Si yo no juego y salimos primeros, voy a festejar igual que si hubiera jugado. Si me das a elegir entre no jugar y salir primero, y jugar todos los partidos en el primero de Nacional y no salir primero, elijo no jugar y salir primero. Esa forma de pensar, siento total tranquilidad en decirla porque lo he mostrado con hechos. Esa es verdaderamente mi forma de pensar y de actuar. Y de actuar, que es más importante que la forma de pensar.

No estuviste tanto tiempo en Tucumán, ¿por qué te siguen demostrando tanto cariño?

En Tucumán lo que pasó es que justo se dió que hicimos capaz la mejor campaña de la historia del club. Llegamos a una final de Copa Argentina que era imposible, perdiendo la final con River Plate, clasificando nuevamente a una Copa Libertadores y pasando de fase. El momento del equipo era muy bueno y me tocó ser partícipe. ¿Yo que sé? ¿Y en Nacional, el cariño de los hinchas de Nacional? No sé. Lo que si te puedo decir es que soy un agradecido al club, porque lo poco que tengo, lo tengo gracias a Nacional. Si no fuera porque Nacional me dio todas las armas para dedicarme a ser un jugador de fútbol estaría trabajando en mi ciudad. Y yo soy totalmente consciente de eso y agradecido al club y los hinchas son la parte más importante del club. Soy consciente de lo que soy, no soy un jugador técnicamente brillante, soy uno más y simplemente tengo la suerte de hacer lo que cualquier hincha de Nacional quiere hacer que es estar adentro de la cancha.

¿Cómo viviste el gol a Racing? ¿Fue especial?

La sensación fue de alegría por haber ayudado al equipo. Hacer un gol no es algo que me quite el sueño, ni lo viví como un momento cumbre en mi vida, para nada. Simplemente me puse contento porque era un partido que estaba 0 a 0, cerrado y justo terminó 1 a 0 pero no me genera nada especial. A mí los premios individuales no me gustan, no me generan nada. No me generan felicidad, alegría ni orgullo, nada por el estilo. A mí lo que me genera felicidad y lo que me deja dormir tranquilo son los objetivos grupales, es la realidad. Por lo tanto hacer un gol me pone contento por el bien del equipo nada más, y lo gritaba igual si lo hacía yo o un compañero.

¿Sos de proyectar, de mirar a largo plazo, de plantearte objetivos lejanos, o sos más de ir pensando en el momento?

Siempre he ido paso a paso, pienso muy poco en el futuro. También pienso que es fundamental pensar en cada escalón que vamos dando, porque si nosotros cada escalón lo subimos de buena forma, lo otro va a ser una consecuencia, si o si van a ser cosas buenas. Obviamente que como cualquier hincha a uno le gustaría llegar a lo máximo, ganar lo máximo, pero para lograr lo máximo hay que ir partido a partido.

¿Es un tiempo de redes sociales, como te llevas con eso?

Yo personalmente no tengo ninguna red social.

¿Por opción?

Porque no me gusta. A medida que pasan los años la tecnología adquiere más poder y hay que saber aceptar esa realidad. Si bien la acepto no me involucro en ella.

¿Cómo ves a los jóvenes en tu puesto, sos de ver a las formativas y hablar con ellos?

Miro y me informo mucho de lo que pasa en las formativas del club, me gusta estar al tanto de lo que pasa en mi club y me informo y pregunto. Pero no soy de hablarles, por mi forma de ser. Si alguno ve algo bueno en mí, que tome mi ejemplo pero con el actuar mío. No me gusta. Como si hay otros que lo hacen y lo hacen muy bien y ayudan mucho a los chiquilines y les hablan y me parece notable eso. Pero yo no. No es mi forma de ser, más que hablar me gusta actuar. No me gusta aconsejar a nadie, tengo un hermano más chico y tampoco le doy consejos.

Mencionaste al Cacique, que te había ayudado mucho…

En la vida también. Es una persona muy dedicada, apasionada, que trabaja mucho, le dedica muchísimo tiempo. Se ha preparado para esto y ha estudiado mucho. Está convencido de lo que hace y bueno, veremos. Por el momento los resultados han sido buenos.

¿Y te ves siguiendo por un camino similar?

¿Ser técnico? Si, con mi forma de ser. Cada persona tiene una forma de ser única. Yo arranqué a hacer el curso hace un tiempito, pero bueno, en el futuro uno no sabe lo que puede pasar. Y obviamente el Cacique es un gran ejemplo a seguir pero con mi forma de ser, que es distinta a la de él.

Tu papá, ¿qué importancia tiene en vos? Cuando entrás a la cancha lo señalás siempre.

Si, es fundamental, lo siento permanentemente conmigo. Lo que pasa es que hay cosas que son difíciles de explicar hablando, pero yo siento que me está acompañando. Que jugamos con uno más. Lo siento conmigo, por eso te digo que jugamos con uno más cuando nos toca jugar. Y bueno también lo miro a él, siento que está ahí arriba. Yo creo mucho en Dios y les agradezco por la oportunidad y les pido ayuda en cada ocasión y los siento permanentemente conmigo. Y que me han respondido de buena forma, creo mucho en Dios y en San Expedito. Cada vez que les agradezco les vuelvo a pedir y tengo mucha fe en ellos.

Esta fue una charla con un hombre de pensar claro, que no descubre hoy el esfuerzo, que no para por una foto salvo que le pidan, que le huye al aplauso personal y disfruta del abrazo colectivo. Rafa es un trabajador que ama lo que hace, un hincha que aprovecha cada oportunidad para estar donde todos queremos estar. A Rafa García es imposible no quererlo.

decano




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