Por revistalibero.com
28 Set 2018
Actualidad

Recorrido por las innovaciones tecnológicas incorporadas cada mundial.

Recorrido por las innovaciones tecnológicas incorporadas cada mundial al protagonista del fútbol, el balón. De los cueros irregulares de 1930 a los paneles sellados del actual balón Telstar 18.

*Texto José M. López Nicolás.- El progreso científico y tecnológico ha revolucionado el mundo del fútbol. El uso de modernas tecnologías para resolver jugadas polémicas y el empleo de innovadores materiales en el diseño de camisetas o botas está cambiando el deporte rey. Sin embargo, si hemos de elegir un objeto donde la evolución es contínua ese es, sin lugar a dudas, el balón. Los balones de fútbol actuales tienen tres componentes principales: la cubierta (responsable de proteger el balón y de que no absorba mucha agua), el revestimiento (destinado a mejorar la fuerza y el rebote de la bola) y la cámara de aire.

Los primeros balones de fútbol botaban mal, eran incontrolables, pesaban mucho, absorbían agua y el tiento o cordón de cuero que utilizaba para cerrar la boca de la pelota dañaba a los futbolistas.

Sin embargo, los materiales con los que se fabrican estos tres componentes y la tecnología empleada en su elaboración han sufrido un profundo cambio desde hace más de un siglo. Los primeros balones de fútbol botaban mal, eran incontrolables, pesaban mucho, absorbían agua y el tiento o cordón de cuero que se utilizaba para cerrar la boca de la pelota dañaba a los futbolistas. La ciencia tenía mucho trabajo. Con un balón tan defectuoso (aunque algo perfeccionado y con vejiga en su interior) se jugó el Mundial de Uruguay en 1930.

Se bautizó con el nombre de Tmodel. Uno muy similar se usó en Italia 1934 (Federale 102). Cuatro años más tarde, en Francia 1938, se empleó el Allen donde la vejiga fue reemplazada por una válvula para facilitar su inflado. Los siguientes mundiales se jugaron con pelotas muy parecidas hasta que en el Mundial de Chile de 1962 se usó el Mr. Crack, un balón con forma esférica regular gracias a aumentar el número de caras a 18. La primera gran revolución en el balón de los mundiales fue en México 1970. Por primera vez se jugó con una pelota de cuero con 32 caras poligonales cosidas a mano y que recibió el nombre de Telstar. Al ser la primer Copa del Mundo televisada, su diseño en blanco y negro se hizo pensando en optimizar su visionado por TV.

En España 1982 se dio otro paso importante con el uso del poliuretano en el Tango España. Se trata de un polímero que hace impermeables a los balones, lo que soluciona el problema de la absorción de agua en días de lluvia. Cuatro años después, en en México 1986, el Azteca se convierte en el primer balón de microfibra sintética. El Etrusco con el que se jugó el Mundial de Italia 1990 tenía una capa interna de espuma negra de poliuretano que le daba mayor velocidad y el Questra estadounidense agregó en 1994 mallas de estabilidad. En Francia 1998 se añadieron micro-burbujas llenas de gas, cerradas y altamente resistentes mientras que en el Mundial de Corea y Japón 2002 se añadieron tres capas que le dieron mayor precisión a la trayectoria. Este balón, bautizado como Fevernova presentaba una refinada capade gomaespuma sintética.

En Francia 1998 se añadieron micro-burbujas llenas de gas, cerradas y altamente resiententes mientras que el Mundial de Corea y Japón 2002 se añadieron tres capas que le dieron mayor precisión a la trayectoria.

En 2006 fue sustituido en Alemania por el +Teamgeist que ofrecía una superficie más suave para rematar. Su principal característica tecnológica es que fue el primero con los paneles sellados en vez de cosidos dando lugar a una pelota totalmente redonda en la que se pasó de las 32 caras clásicas a sólo 14. En el histórico Mundial 2010 en Sudáfrica se jugó con el controvertido Jabulani que empleó una capa de supercarbonato para mejorar la precisión de los remates. Fue un balón muy criticado por los porteros por ser resbaladizo y de trayectoria imprevisible. “Olvídense de mí y al menos hagan un balón con el que se pueda jugar”, pidió Maradon a la FIFA. El Brazuca de 2014 estaba compuesto de solo seis paneles de poliuretano que se unían para mantener el mismo peso y la misma redondez. Además, poseía una vejiga interna de látex.

Y por fin llegamos al Telstar 18 con el que se juega el Mundial de Rusia de 2018. La principal característica de este balón es que lleva incrustado un chip de transmisión de datos en proximidad, que permite a los consumidores interactuar con el balón mediante un móvil inteligente. Además, tiene una decoración pixelada que moderniza su estética. Telstar 18 comparte la cantidad de paneles con Brazuca pero además está fabricado con elementos sostenibles y cuenta con un envoltorio de materiales reciclados •

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