Corazón tricolor

Jayson Granger, confesó ser hincha del Decano uruguayo desde chico.

En una nota realizada el 01.11.2008 por el medio elperiodicodearagon.com, el gran jugador de la Selección de Básquet de Uruguay se confesó ser hincha del Decano y admirador de Sosita.

“Un chico del todo normal”

El uruguayo Jayson Granger es la última sensación de la cantera del Estudiantes El base promedia 7,9 puntos con 19 años y anotó 20 ante el CAI en pretemporada.

Se define como un chico normal de 19 años que pelea con los libros de segundo de bachillerato, sueña con ser psicólogo, le gusta ir al cine con su novia, salir con los amigos y los domingos meter unos tiros en la ACB. Vamos, lo típico. Claro que eso último no es normal, pero Jayson Granger abraza el Carpe Diem y la humildad del que valora la suerte de estar cumpliendo un sueño. "No pienso mucho en cómo será mi carrera. Saboreo el momento que estoy viviendo", sentencia el base pese a que su nombre está subrayado en las páginas especializadas en el draft de la NBA.

Jayson Granger (Montevideo, 15-9-1989) es la gran esperanza de la prolífica y ahora universal cantera del Estudiantes. Él es la constatación de que las aulas del Ramiro de Maeztu se han ampliado y abarcan todo el planeta. Uruguayo de nacimiento, italiano de pasaporte ("por mis abuelos maternos", aclara) y de padre afroamericano, la mezcla ha cuajado un base-escolta de potente físico, pegajoso defensor, veloz en el campo abierto e incisivo en la penetración: "Corriendo es cuando me siento más cómodo, lo que tengo que mejorar es mi tiro".

Buena genética

En las primeras cinco jornadas promedia 7,9 puntos y 3,2 asistencias en 24 minutos de juego bajo la tutela de Vonteego Cummings. Sus 10 de valoración le han convertido en un chollo en el popular Supermánager (fue el más comprado en la primera jornada). Jayson es declarado admirador de Carlos Cabezas, Pablo Prigioni, Chris Paul y de Ricky Rubio."Es un referente en su equipo, en la selección y un ejemplo para todos los que salimos de una cantera", indica Granger (1,85 m.), que vio en directo a Quinteros cuando estuvo en el Trouville uruguayo. "Jugó perfecto y ayudó a que la liga despuntara", dice.

Granger estaba sentenciado desde la cuna. Su padre, Jeff, fue durante dos décadas alero entre las ligas uruguaya y argentina. En la Suiza de América se enamoró de la base de la selección charrúa y de ese idilio brotó una doble nacionalidad, la internacionalidad y varios hijos. Así que Jayson no tenía escapatoria porque hasta un tío suyo estuvo cerca de la NBA hasta que un tumor le apartó del deporte. "Al principio lo combiné con el fútbol. Era mediocentro e hincha del Nacional, el club de Rubén Sosa. Un mito", recuerda Granger.

Gracias a su incesante producción anotadora lideró a su selección en torneos de formación (anotó 67 puntos cuando era infantil y promedió 29 en el Suramericano júnior), logró la invitación para el campus Baloncesto sin fronteras que organizan la NBA y la FIBA ("Fui MVP en su última edición", narra) y con 16 años decidió dar el salto a Europa. Tenía la ideas claras. Ficharía por el Estudiantes pese a que tenía otras ofertas. "Probé una semana y me decidí porque vi que daban oportunidades a los jóvenes, que ahí estaban Carlos Suárez o Sergio Rodríguez", relata Granger. No fue todo tan fácil como parece. Cordón, su club de origen, obstaculizó el pase y estuvo casi un año sin jugar, pero la temporada pasada ofreció su calidad convirtiéndose en el mejor jugador del Campeonato de España júnior y debutando en la ACB con dos partidos de diez puntos.

Ahora está reafirmando su potencial y desde la pretemporada ha dado muestras de que será una de las gratas sorpresas de la ACB. El CAI lo sufrió en un amistoso (20 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias) y ahora Lucas Victoriano, cuya historia de emigrante precoz se ajusta a la de Granger, y Taurean Green tendrán la misión de parar a este chico tan normal de 19 años.

S. R. ANTORÁNS. R. ANTORÁN 01/11/2008

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Foto de portada: Ovación Digital