Por Recibimos y publicamos
13 Abr 2015
Cecilia

El domingo, como en una especie de premonición, mientras estaba absorbiendo con mis ojos el color celeste del cielo sobre el Parque me acordé de Galeano y aquellas palabras sobre el hincha.

El domingo, como en una especie de premonición mientras estaba absorbiendo con mis ojos  el color celeste del cielo sobre el Parque me acordé de Galeano y aquellas palabras sobre el hincha y el lugar donde acudimos, porque “hoy jugamos nosotros”  y la rutina se olvida.

Lo sentí  cuando en uno de sus caprichos la pelota no quiso entrar y entonces se hizo como un silencio, como si una burbuja de silencio hubiera caído rodeándonos y dejándonos expectantes y paralizados para liberarnos después en un “ahhh” de frustración.

En ese micromundo y por esos noventa minutos somos parte de una misión especial, de una guerra a dos campos, de una batalla interestelar o de una partida de ajedrez y, aunque parezca que poco podemos hacer, estamos dentro como en los sueños donde estás y a la vez te estás viendo estar.

El domingo el partido transcurrió como en una especie de calma, había una calma sobre el Parque que solamente perturbaba el suave viento y cada tanto el grito de gol, y muchos gritos de “ahh” de frustración. Una sanación para tanto embate anterior y una buena manera de empezar a caminar de una vez por todas.

Después se dirá si el rival midió o no lo que debía o si aquel o este, que nos comemos goles bobos, que no podemos errarlo bajo el arco, que el golero rival fue la figura…mientras tanto estamos y somos parte durante esos noventa minutos. Lo demás ya se verá.

  

La gente que está detrás de mí en la tribuna ayer no era la de siempre …”Es un placer venir al Parque, hace tiempo no venía …que buena ubicación esta…” dice mientras también en la misma frase grita:  “tarjetaaa... apretalooo…dale...bieen”… y entonces otra vez me acuerdo del relato del hincha de Eduardo Galeano : “Bien sabe este jugador número doce que es él quien sopla los vientos de fervor que empujan la pelota cuando ella se duerme, como bien saben los otros once jugadores que jugar sin hinchada es como bailar sin música”

Acá estamos todos con nuestra música y sin dos por uno.

Cecilia810

 


Cecilia 810

Cecilia es la lectura más esperada después de cada partido. Un bálsamo en los momentos difíciles y un tónico para acompañar la euforia




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